Más de la mitad de los titulados de Formación Profesional tiene trabajo un año después

Los datos además confirman que es una realidad. La mitad del alumnado titulado en esta formación logra un empleo al año de finalizar sus estudios. De hecho, según los datos que facilitó ayer la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Carmen Castillo, el 46,13 por ciento de los titulados logran un empleo al año de acabar sus estudios. Pero además es un porcentaje que se eleva en algunos ciclos de algunas familias profesionales. Es el caso de Mecánica o Electrónica, donde se alcanza el 52,56 por ciento de empleabilidad.

Hay más datos de los que maneja la Junta de Andalucía y reflejan que el 65,9% de los alumnos de Formación Profesional que egresaron en 2019 se encuentran insertados en el mercado laboral a los cuatro años de obtener su titulación.

Y también que la tasa de inserción laboral de los egresados de formación profesional en 2018-2019 creció 25,7 puntos porcentuales entre septiembre de 2020 y septiembre de 2023.

Con esas cifras desde la Consejería insistieron ayer en la necesidad de ajustar la oferta a las necesidades de cualificación de las empresas andaluzas y orientar y trasladar toda la información al alumnado y a las familias sobre la demanda formativa para que los jóvenes no se queden fuera del sistema y tengan mayores oportunidades para acceder al mercado laboral. Porque, según reconoció ayer la consejera Carmen Castillo, todavía existen reticencias entre las familias a que los estudiantes elijan el camino de la FP.

Castillo insistió ayer en que la FP está teniendo «un papel clave» en el desarrollo de la empleabilidad de los jóvenes andaluces gracias al trabajo que se está realizando entre la administración y las empresas para que la sociedad se convenza de que estas enseñanzas ofrecen un grado de cualificación y especialización profesional ideal para la inserción laboral, en muchos casos inmediata, y en otros a corto plazo.

En cualquier caso la idea de la Consejería es que los nuevos ciclos formativos que se ponen en funcionamiento estén directamente relacionados con la existencia de empresas y sectores en ese mismo entorno, «para no encontrarnos con ciclos con pocos alumnos y escasa perspectiva laboral, como estaba ocurriendo en los últimos años». Por ello se necesita transformar en ciclos que respondan a las expectativas de las empresas y de los propios alumnos.

Pero la consejera dio también otro dato revelador. La tasa de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los denominado Ninis está en el 14,5 por ciento. Es una cifra que supone un «mínimo histórico» con respecto a lo que había hace unos años. De hecho desde la Consejería han destacado que ese porcentaje ha caído casi seis puntos con respecto a 2018 cuando la tasa estaba por encima del 19 por ciento. Si se mira más atrás hay que tener en cuenta que en el año 2012 ese porcentaje de Ninis era del doble, superando el 28 por ciento.