Marina, universitaria de 19 años: «Mi cuerpo es mío y hago lo que quiero con él»

Esta joven defiende su actividad. Asegura que sus padres y su novio saben a qué se dedica. Su pareja, incluso, le da consejos sobre qué contenido subir a su perfil en OnlyFans. Ella defiende que su cuerpo es suyo «y hago lo que quiera con él».

Aunque señala que la gente que se le aproxima en OnlyFans es «más amable que la que te habla por la calle, tienen más respeto«, reconoce que ya tuvo que darse de baja una vez de Onlyfans porque se filtraron unas imágenes íntimas suyas y eso provocó »que me acosaran e insultaran por Twitter«. Es justo uno de los peligros de los que advierten los expertos cuando señalan que las plataformas como OnlyFans pueden destruir la reputación de alguien.

Tras un tiempo fuera de ese mundo, Marina ha decido volver. «Me gusta hacerme fotos, me gusta mi cuerpo y me siento cómoda con que me vean«. señala. Aún en los primeros cursos de su carrera, que compagina con esta actividad, asegura que no gana mucho dinero con su contenido porque no es muy constante ni tampoco sube imágenes de sexo duro. »Por esas cosas pagan más, claro, y yo no lo hago«, señala.

¿Cómo ha llegado esta chica tan joven a un mundo como el de el contenido erótico? De la forma más sencilla: sus amigas ya estaban ahí. Ellas le hablaron de OnlyFans y se apuntó también. Es, como indican los expertos, la vía de entrada más común: amigos o conocidos que te animan. Que te dicen que si te haces fotos, por qué lo vas a hacer gratis para otra red social, que mejor que te las paguen. Es justo lo que cuenta Marina: «Yo me hago fotos de todos modos, por lo menos que gane un dinero con eso«, defiende.

La cuestión es que ella es transparente con sus amigos y su familia. Y asegura que tiene claro cuál es su límite y la prostitución no está en su futuro. Lo que no sabe es cuándo dejará este mundo. Por ahora, no quiere. «De momento sigo, tampoco tengo un plan cerrado», confiesa.

Marina cree que uno de los grandes atractivos de lo que hace es que es «limpio». No tiene contacto con nadie porque sube imágenes desde su casa. No siente que tenga que ver con la prostitución. Quienes estudian este tipo de contenido en Internet advierten de que vender el cuerpo es una forma de explotación sexual. Y que puede acabar en acciones más serias. Ella señala que en OnlyFans bloquea a quien se pone impertinente y ya está. «Eso en la calle no lo puedo hacer».