María Jesús Montero, una sombra alargada sobre Juan Espadas y el PSOE andaluz

Sólo la ministra sabrá en qué pensaba cuando aludió a la ayuda de una de las devociones con más arraigo en la capital sevillana. No faltará quien especule, sin embargo, con que el apoyo espiritual esté relacionado con nuevas empresas políticas con Andalucía como escenario. Cada vez que la actual mano derecha de Pedro Sánchez en el Gobierno frecuenta su región natal se reactivan rumores sobre sus opciones de regresar a la política autonómica relevando a Juan Espadas al frente del PSOE andaluz.

Montero se ha desplazado a Andalucía por segundo fin de semana consecutivo y es de esperar que se le vea en los próximos días en la Feria de Sevilla. La polémica de hace una semana sobre su ubicación en el palco del estadio de la Cartuja durante la final de la Copa del Rey alentó las especulaciones sobre el interés de Sánchez en promocionar a su vicepresidenta como alternativa a la figura de Juanma Moreno. La foto de la final, con Montero y Moreno flanqueando a Felipe VI, tenía ciertamente la composición de los minutos previos a un combate pugilístico con el árbitro separando a los contendientes.

¿Hay algo de base en estas conjeturas? Tanto en el entorno de Juan Espadas como en el de María Jesús Montero descartan este debate y lo vinculan estrictamente con un morbo periodístico infundado. Fuentes próximas a la actual dirección del PSOE andaluz indican que María Jesús Montero es uno de los grandes activos del Gobierno de Pedro Sánchez y que su presencia en Andalucía es un refuerzo para Espadas.

En este sentido, se destaca que es perfectamente lógica la presencia de un perfil de primera línea como la vicepresidenta en su ciudad natal, y que Montero ha mostrado en numerosas ocasiones su pleno respaldo a la actual dirección del partido en Andalucía, participando en actos protagonizados por Juan Espadas con total normalidad. Asimismo destacan que la apuesta de Sánchez por Espadas como portavoz en el Senado demuestra la confianza del presidente en el secretario general andaluz y su creciente peso en la nomenclatura socialista. En el Ministerio, por su parte, se niegan a comentar lo que consideran habladurías sin fundamento.

Conjeturas aparte, lo que es indudable es que el liderazgo andaluz no está ahora mismo en la agenda del presidente del Gobierno. La legislatura apenas ha cruzado su ecuador en la comunidad autómoma y la cita con las urnas andaluzas ni se atisba aún en un horizonte en el que destacan las elecciones vascas, europeas y catalanas, tres envites que marcarán decisivamente el escenario político para el próximo año.

En el debe de Juan Espadas pesan los malos resultados cosechados en las autonómicas de 2022 y las elecciones municipales, aunque en esta última cita el derrumbe del PSOE fue general en toda España. Por el contrario, la maquinaria electoral socialista pareció recuperarse en las elecciones del pasado julio. Espadas intenta que la mayoría absoluta de Moreno se vuelva en contra del presidente andaluz para aspirar a un giro político.

Los precedentes no aconsejan descartar, sin embargo, la opción de que finalmente Sánchez opte por un cambio de cromos Andalucía. Por si acaso, María Jesús Montero haría bien en guardar en su cartera la estampita del Gran Poder.