María Jesús Montero pide a los sindicatos «trabajar juntos» para hacer oposición a Juanma Moreno

La paradoja es que, aunque trató de escenificar una sintonía total entre las demandas sindicales y las del PSOE, ambas dirigentes comparecieron este viernes ante los periodistas por separado tras mantener una reunión en la sede regional del PSOE en la calle San Vicente de Sevilla.

La pretendida imagen de unidad quedó por ello algo demudada. Primero habló la líder del sindicato y después lo hizo la también vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda. De este modo evitaron airear en público, con la incomodidad que ello genera, sus discrepancias sobre la decisión de Hacienda de que los perceptores del salario mínimo interprofesional (SMI) sin cargas familiares tributen por primera vez en el IRPF tras la subida del mismo hasta los 1.184 euros al mes. Este asunto ha provocado un abrupto choque de trenes entre los dos socios del Gobierno de coalición, PSOE y Sumar.

En esta controversia, la responsable de CCOO-A se puso claramente del lado de la ministra de Trabajo y referente de Sumar, Yolanda Díaz. Enunció su crítica de la manera más mesurada posible, tal vez por aquello de que estaba en la casa del PSOE. Aun así, manifestó su desacuerdo con Montero: «Mientras no se llegue al 60% del salario medio» no debe de tributar ningún beneficiario del SMI.

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«En las casas de las trabajadoras de Andalucía debe llegar ese importe de forma neta y exento» de impuestos y «deben tributar las rentas más altas», explicó Nuria López, «preocupada» por que la polémica «eclipse la buena noticia» laboral. Pocos minutos después compareció Montero para defender lo contrario y hacer «pedagogía» sobre el asunto y asegurar que la tributación, que afectará al 20% de los perceptores, «es de izquierdas y progresista».

Al margen de esta discrepancia, los discursos de ambas sonaron tan parecidos en los reproches dirigidos hacia el Ejecutivo de Juanma Moreno que prácticamente eran intercambiables. La responsable sindical dibujó una sanidad pública «en niveles críticos», alertó de la pérdida del ascensor social en la educación pública y de la «situación caótica de la dependencia».

La nueva secretaria general del PSOE andaluz se mostró tanto o más «preocupada» como su interlocutora tras la reunión. Señaló que es el momento de «redoblar todas las actuaciones desde la izquierda» para «protagonizar todos los movimientos de cambio», un eufemismo para referirse a su meta de recuperar la Junta de Andalucía perdida en las elecciones de 2018. «El PSOE ha construido su historia en un camino paralelo al de los sindicatos y el tejido asociativo», subrayó.

Lo que no hay duda de que es una guerra y cada uno está en un bando. Tan mentalizada está Montero de ello que incluso utilizó términos bélicos para expresar la situación y rearmarse de cara a las elecciones andaluzas que tocan en 2026. «Muchas batallas las hemos librado desde una misma trinchera», en referencia a la izquierda política y la sindical, tanto monta. Aseguró que hay un «enorme desastre en la gestión» del Ejecutivo andaluz que «oculta una intención de deteriorar» los servicios públicos e «imponer un modelo de privatización» de forma que solo puedan acceder a ellos «aquellos que tienen más posibilidades económicas».

Para esbozar un panorama apocalíptico desgranó algunos datos oficiales. La conclusión es que nada de lo que dice es un «invento» de su partido. Mencionó que Andalucía es la comunidad autónoma «con mayores listas de espera sanitaria» y que terminó 2024 como la «última» en tasa de paro. También pidió explicaciones al presidente andaluz por la concesión de un contrato menor que rozaba los 15.000 euros al cantante José Manuel Soto para la promoción de los caminos hacia la aldea del Rocío en Almonte.

María Jesús Montero auguró que desde la Junta «van a intentar por tierra, por mar y por aire tumbarme», lo que demuestra «ese nerviosismo y el miedo que le tienen al PSOE».

Desde el Gobierno andaluz le dio la réplica su portavoz y consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, quien lamentó que Montero «no solo viene Andalucía con las manos vacías, sino que además está perjudicando claramente a 500.000 andaluces, porque son los que cobran el salario mínimo». Le pidió que «reconozca el error de tributar el salario mínimo y que rectifique cuanto antes», además de que, cuando venga Andalucía, «venga con recursos, con inversiones, con soluciones a los problemas».

«Si quiere venir a Andalucía a ayudar, está tardando en decirnos si va a reformar el sistema de financiación autonómico», contraatacó Carolina España. «Tenemos un Consejo de Política Fiscal y Financiera previsto para el día 26 y no nos ha mandado orden del día, no sabemos si se va a reformar el sistema, no sabemos si nos van a dar los 1.522 millones de euros que le faltan cada año a Andalucía y que ella reclamaba cuando era consejera», le recriminó la titular autonómica de Hacienda.