Agresión sexual
El sacerdote detenido en Vélez-Málaga: De monje a los 18 años a posible depredador sexual
El párroco está investigado por cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad de mujeres
La Policía Nacional le detuvo por presuntamente sedar, violar y grabar a varias mujeres
Fue una buena noticia para la Diócesis de Málaga, un joven que había decidido ordenarse, que decía en las entrevistas que concedía que había encontrado a Cristo. El párroco detenido en Vélez-Málaga por cuatro supuestas agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad, fue entrevistado por varios medios, donde contó su historia y la de su familia. En una de éstas con 'La Opinión de Málaga', hace ya diez años, reconoció que era hijo de una monja clarisa de Vélez-Málaga, que colgó los hábitos antes de tenerlo. «Le digo que ella tiene la culpa», decía el entonces seminarista de 24 años a este periódico de Málaga por cómo había encontrado la vocación.
En 2014 ya posaba con camisa de cuadros, barba y mostraba la ilusión por ser sacerdote. Entre sus respuestas reconocía haber sido monje trinitario desde los 18 años. La fe lo alcanzó desde temprana edad. Mientras estudiaba nadie suponía que sería un presunto depredador sexual, capaz de drogar, violar y grabar las agresiones que cometía.
En 2017, cuando acabó el seminario, es cuando tomaría su primer destino. Ese sería Ardales, un pequeño pueblo de Málaga. Las misas en esta parroquia las compartía con las que ofrecía como párroco en la vecina Carratraca. En Ardales es dónde vivía en la casa parroquial, perteneciente a la iglesia. Allí tenía su grupo de amigos. Era un cura joven, con ganas y entabló amistades que nada sabía de lo que ocultaba.
Allí estaría hasta que, en 2021, se marchara a Melilla. Ya tenia varías víctimas para esa fecha. Varias mujeres, sin saberlo, ya habían sido drogadas en los viajes que hacían en el grupo de amigos. Sedadas y violadas, el disco duro con las imágenes de los supuestos crímenes era una 'caja de Pandora' secreta que viajaba con el cura allá dónde iba.
Cuando llegó a Melilla las imágenes iban en su poder. En la Ciudad Autónoma fue nombrado párroco de la iglesia de Santa María Micaela y capellán de la prisión. Ahora duerme en el penal de Alhaurín de la Torre, que ofrece también servicios religiosos como los que el detenido prestaba en la cárcel.
En Melilla es dónde fue descubierto. Su vida no era la ejemplar de un sacerdote, ya que convivía con una mujer, que ante la Policía Nacional se identificó como su «pareja sentimental». Era un sacerdote con 'novia', sin cumplir la obligada promesa de celibato. Esta mujer fue la que descubrió el disco duro con los videos y lo denunció.
«Un cura normal»
Al conocerse la existencia de ese material, el Obispado lo sacó de Melilla. Su último destino tras aparecer los videos estuvo en Yunquera y El Burgo, otro dos pueblos de Málaga. Allí lo veían como «un cura normal», pero los vecinos estaban extrañados porque el sacerdote había desaparecido de estos pueblos en los últimos días. «Hace una semana, mas o menos, que no se le ve», señalaban en Yunquera.
La parroquia de La Encarnación de Yunquera fue su último destino
En los últimos meses vivía con su madre en la casa parroquial de Yunquera, aunque iba a dar misa también a El Burgo. Fue así hasta que se marchó. La única pista sobre el sacerdote fue que un hermano suyo estuvo en este municipio de Málaga para recoger ropa de la casa que había habitado.
Lo siguiente que supieron los vecinos fue la detención del pasado 11 de septiembre. Se ha enterado por los medios de comunicación. Había revuelo en el pueblo, puesto que nadie esperaba nada. Aunque sí hay quien dice que lo veía raro en las misas estás últimas semanas. Ahora está en prisión preventiva, investigado por cuatro agresiones sexuales y por cinco delitos contra la intimidad.
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