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Un pescadero de Málaga advierte sobre por qué las gambas se ponen negras: «Se produce una reacción...»

Este ennegrecimiento no supone un problema a la hora de consumirlas, aunque conviene saber cómo conservar este marisco adecuadamente

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Imagen de archivo de unas gambas a la venta en una pescadería ABC
Á. G.

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Comer gambas frescas en Málaga es disfrutar del auténtico sabor del marisco fresco. Cocidas o a la plancha, destacan por su textura jugosa y su punto de sal perfecto. En un chiringuito junto al mar o en el mercado, son una opción sencilla y deliciosa para quienes buscan probar un producto de gran calidad y de lo más preciado en Andalucía.

Sin embargo, cuando nos sirven gambas o vamos a comprarlas, es posible que notemos que las cabezas de algunas tienen un tono oscuro o negro. Esto hace que mucha gente se muestre reacia a probar el marisco, pero ¿a qué se debe esta reacción?

Este es el motivo por el que las cabezas de las gambas se ponen negas

Sobre ese ennegrecimiento de las gambas habla un pescadero malagueño en su cuenta de TikTok, @pescaderotiktokero, trabajador de la Pescadería Paco: «Nos asustamos cuando a las gambas se les ponen las cabezas negras. Sin embargo, aunque se pongan las cabezas negras, las podemos seguir consumiendo sin ningún problema», recalca en un primer momento, explicando a su vez que «es un proceso enzimático-oxidativo por el cual se produce la reacción de melanosis; aparece melanina. Aunque estaría bien comérnoslas pese a estar negras, sí que indica que no se han conservado adecuadamente». Con lo cual, para evitar que se produzca este proceso, este pescadero malagueño recomienda guardar las gambas «con agua y sal porque, de esta manera, bajamos la temperatura y cortamos la reacción enzimática. O poniéndoles limones en el agua y ese aumento de acidez también va a hacer que se pare la melanosis».

Otro asunto que trata este trabajador de la Pescadería Paco, ubicada en la calle Martínez Maldonado de Málaga, es la reticencia de muchos consumidores a chupar las cabezas de las gambas o los langostinos. Esto se debe a que «es el lugar, aunque sea una delicia, donde está el colesterol». Y esto, a su vez, viene por otro motivo y es que «la gamba congelada se trata con sulfito y con ácido ascórbico, que son potentes alérgenos y donde en mayor cantidad se acumulan es en las cabezas, pudiendo producir reacciones alérgicas». Por eso «hay mucha gente que se cree que es alérgica a la gamba, cuando es alérgica a los conservantes de la gamba». Aun así, este pescadero concluye diciendo que con «la gamba fresca no tenemos que tener ningún problema. Y, las cabezas, por Dios, chupadlas; es lo mejor del marisco».

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