MÁLAGA
El padre Francisco de Vélez-Málaga comparte prisión con Miguel Carcaño, José Bretón y Tony King
El párroco fue detenido el pasado 11 de septiembre y ha pasado a estar interno en preventiva en Herrera de la Mancha
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El padre Francisco en una imagen de archivo
El padre Francisco, el párroco de Vélez-Málaga investigado por cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad, ha sido trasladado a la prisión de Herrera de la Mancha en Ciudad Real. Fuentes consultadas por ABC confirman este traslado por el que el cura ... pasa a compartir presidio con algunos de los criminales más mediáticos y crueles de España en los últimos años. El centro penitenciario manchego alberga a aquellos asesinos y violadores cuyas caras saltaron a los medios por sus fechorías.
Entre las rejas de esta prisión está recluido Miguel Carcaño, el asesino de Marta del Castillo en 2009. El cuerpo de la joven sevillana todavía no se ha encontrado. Está condenado a 21 años de prisión. En las celdas de esa cárcel está también José Bretón, que cumple una pena de 25 años de prisión por matar a sus hijos pequeños, Ruth y José, en octubre de 2011. No son los únicos cuya historia negra se recuerda en Andalucía. En esta cárcel está también Tony King, el asesino de Rocío Wanninkhof en Mijas y Sonia Carabantes Coín. El británico no saldrá de su reclusión hasta 2033.
Miquel Ricart, uno de los asesinos de las niñas de Alcácer estuvo allí hasta que salió tapado por pasamontañas para no ser reconocido. Del mismo modo, salió después de 25 años de prisión Joaquín Ferrándiz, que fue condenado por matar a cinco mujeres en Castellón. Pero aún aguardan entre sus muros algunos de los criminales más despiadados. La prisión manchega es en España lo que Arkham en Ghotam: el lugar donde encerrar a los mayores villanos.
Sergio Morate, el asesino de Marina Okarynska y Laura del Hoyo en 2017, cumple condena a 48 años de prisión en este centro penitenciario. Así como Antonio Ortiz, al que le cayeron 70 años de prisión por agredir sexualmente a cuatro niñas. Asesinos y violadores, como Juan Manuel Valentín, que violó y mató a la niña de 9 años Olga Sangrador y fue autor de varias agresiones sexuales más a menores. Está recluido Pablo García Ribado, el 'violador del portal', condenado por 74 agresiones sexuales o Emilio Muñoz Guadix, secuestrador y asesino de Anabel Segura.
Y entre esos currículos criminales está ahora el padre Francisco. Un párroco que, supuestamente, drogaba y violaba a mujeres de su entorno más cercano. Además, grababa esas agresiones sexuales. Fue su 'novia', cuando estaba en Melilla destinado en la parroquia de Santa Micaela la que encontró una memoria con más de un centenar de archivos, entre vídeos y capturas. Al abrirlos creyendo que habría una serio o películas descubrió la realidad.
En esas imágenes se veía a mujeres semidesnudas, en un estado de casi inconsciencia, a las que se sometía a prácticas sexuales. Acudió a hablar con el vicario del Obispado en Melilla y las autoridades eclesiásticas le dijeron fuera a la Policía Nacional a denunciar. Algo a lo que tardó en atreverse a hacer. Finalmente, después de meses de miedos y presiones, acudió a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de Melilla, que recogió los vídeos. Al ser las víctimas de varias provincias remitió el caso a la UFAM central.
Los agentes de esta unidad identificaron a las víctimas y descubrieron que las mujeres agredidas no eran conscientes de haber sido violadas. Lo supieron cuando se vieron en las imágenes. El párroco fue detenido el pasado 11 de septiembre en Vélez-Málaga. Era auxiliar en las parroquias de El Burgo y Yunquera, municipios cercanos a Ardales y Carratraca, lugares en los que estaba destinado cuando supuestamente cometió las agresiones sexuales.
Fue enviado a la prisión de Alhaurín de la Torre, donde ingresó en uno de los módulos ordinarios. «No es normal que ocurra esto. Para este tipo de casos se toman medidas de seguridad», explican fuentes consultadas, que reseñan que, cuando los presos comenzaron a saber quién era el nuevo reo, fue trasladado al módulo siete de aislamiento.
Allí pasó las últimas semanas de reclusión antes de un nuevo traslado. «Ya no está aquí», confirman a ABC fuentes de la prisión, que explican que el recluso fue llevado a la cárcel de Herrera de la Mancha, donde está en prisión preventiva.