Ocho años de prisión por enviar a cinco guardias civiles al hospital en una persecución en Málaga

Está probado que este británico aprovechó que el conductor de la furgoneta había dejado las llaves para llevársela por la mañana en Motril. El vehículo lera de una empresa de reparto y el trabajador estaba realizando una entrega.

Con la furgoneta robada, sobre las 11.15 horas, a la altura del kilómetro 323.100 de la N-340, se topó con un control de la Guardia Civil. No hizo caso al alto de los agentes. La sentencia, a la que ha accedido ABC, señala que intentó atropellar al agente a gran velocidad. Ese guardia sufrió lesiones al caer al suelo para evitar ser arrollado. Ahí no paró. Invadió el sentido contrario de la carretera y varios conductores lo tuvieron que esquivar.

Al saltarse ese control, comenzó la persecución. Primero por la N-340 y luego continuó por la A-7. A lo largo de 48 kilómetros trató de esquivar a los agentes y provocaba accidentes al conducir de manera temeraria. La sentencia explica que puso en serio riesgo la integridad del resto de usuarios de la carretera.

En su incorporación a la A-7 trató de embestir a una patrulla de la Guardia Civil, pero no pudo. Lo hizo un poco más adelante. A la altura de Algarrobo impactó con un vehículo de la Guardia Civil de Vélez-Málaga en dos ocasiones. La segunda embestida hizo que el coche policial fuera lanzado a gran velocidad hacia los carriles en sentido contrario, hizo que atravesara la mediana y terminó arrollado por un camión hormigonera.

Inutilizada la furgoneta, el británico intentó huir a pie, siendo interceptado en ese momento por otros dos agentes. Pero no quiso rendirse. Opuso resistencia con tal fuerza que los dos guardias también resultaron heridos en la pelea para reducirlo.

Mientras esto se producía, los servicios de emergencias trataban de rescatar a los dos guardias embestidos por la furgoneta y arrollados por la hormigonera. Fueron los que se llevaron la peor parte. Uno de los agentes permaneció más de cien días hospitalizado en estado grave tras fracturarse el cráneo y estuvo más de 500 días en recuperación. Su compañero, igualmente, fue ingresado en estado grave. Necesitó 157 días impeditivos para su recuperación y también le quedaron secuelas.

El TSJA coincide en mantener la pena que ya impuso la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga el pasado 29 de junio de ocho años y ocho meses por dos delitos de atentado a la autoridad en concurso con varios de lesiones, otro de conducción temeraria, por conducción sin permiso, hurto de vehículos a motor y resistencia en concurso con tres delitos leves de lesiones.

Sin embargo estima parcialmente un recurso impuesto por la representación del guardia civil que resultó herido más grave. Por esto, tendrá que cargar con los gastos de asistencia sanitaria que continúa requiriendo, tanto para tratarse las cuerdas vocales de forma anual como por las sesiones de fisioterapia facial que recibe cada semana.