Málaga reúne joyas del patrimonio bibliográfico mundial con códices y manuscritos de los siglos VIII al XVI
La editorial Moleiro expone 33 años de trabajo con una colección de réplicas de obras maestras como el Tratado de Albumasar o la Biblia de San Luis
Atlas Vallard, uno de los volúmenes incluidos en la muestra
Málaga reúne desde este jueves algunas de las joyas del patrimonio bibliográfico mundial. La Sociedad Económica de Amigos del País acoge en sus salas una exposición que ensalza la belleza del conocimiento a través de una colección de códices y manuscritos que abarcan ocho siglos de historia.
Bajo el título 'El gabinete de las maravillas. Códices ilustres (s.VIII-XVI)', la muestra exhibe una colección de réplicas de obras maestras que la editorial Moleiro ha dado forma durante 33 años logrando reproducir con exactitud los volúmenes y todos sus detalles, desde los agujeros de las termitas a las manchas y desperfectos que el paso del tiempo ha dejado sobre los pergaminos.
La exposición, que se podrá visitar hasta el próximo 18 de mayo, abarca varias temáticas fundamentales y ofrece una mirada profunda a la percepción del tiempo, la religión, el arte, el ocio y el bienestar a lo largo de la historia. Manuel Moleiro, editor y fundador de la editorial, ha destacado a ABC la importancia de estos manuscritos como ventana al pasado, proporcionando valiosa información sobre cómo era la vida en épocas antiguas. «Gracias a los manuscritos sabemos cómo la gente se vestía, dónde comía, dónde vivía», señala el impulsor de la muestra.
Entre los aspectos más destacados de este 'gabinete de las maravillas', está el proceso y la meticulosa técnica utilizada para reproducir cada página de los códices originales. Desde la colaboración con las instituciones que conservan los originales -entre las que figuran el British Museum de Londres, la Biblioteca Nacional de Francia, el Metropolitan Museum de Nueva York o el Museo Arqueológico Nacional de Madrid-, hasta la fabricación de un soporte especial que recree fielmente las características del material original. «No se ve ninguna diferencia entre el original y la copia», ha asegurado Moleiro, que destaca el nivel de detalle que alcanza cada réplica.
Entre los tesoros exhibidos se encuentra una variada selección de manuscritos, incluyendo el primer mapa de Australia, un Atlas náutico que revela los secretos de la navegación en el siglo XVI, y tratados de alquimia que muestran el «deseo humano por el conocimiento y la búsqueda de la felicidad». Además, obras como el 'Dioscórides de Cibo y Mattioli (c.1564-84) ofrecen una mirada única a la medicina y la botánica en la antigüedad.
«Mattioli fue el que hizo la traducción al italiano de los textos de Dioscórides, el médico de Nerón y de las legiones, que había escrito toda una serie de textos sobre plantas que usaban para curar. Los principios medicinales recogían el conocimiento que había en aquellos momentos y Chivo, que leyó esos textos, decidió plasmarlo pintando las plantas, pero también dónde se cultiva y dando una información más amplia desde la raíz a la flor», ha explicado Moleiro, «debía funcionar, porque él vivió 97 años, cuando la edad que tenía una persona en Europa estaba entre 28 y los 33».
También los volúmenes sobre astrología revelan la influencia de los astros en la vida cotidiana y en este apartado destaca el 'Tratado de Albumasar' de mediados del siglo XIV y uno de los libros de imágenes más fascinantes de la Edad Media, según destacan desde la editorial.
Su texto está formado por fragmentos de la obra del mayor astrólogo árabe de la historia, Albumasar. La importancia de este tratado radica en que por primera vez se compendia la mitología astral de las grandes civilizaciones -la egipcia, la persa, la india y la griega- en un solo libro ilustrado.
La astrología dejó su impronta en casi todas las ramas del saber medieval; al final de la Edad Media, se enseñaba en las grandes Facultades de Medicina de Europa, pues el conocimiento de la posición de los astros se consideraba esencial para los pronósticos médicos.
Su ciclo iconográfico incluye no solo singulares representaciones de los planetas y los signos del zodiaco, sino también figuras de constelaciones ideadas por las diversas culturas para fijar la posición de las estrellas.
La elección de Málaga como sede de esta exposición no es casualidad y, según Moleiro, responde al crecimiento e interés de la capital por el arte y la cultura. «Málaga es la segunda ciudad museística de España», ha destacado, «se ha comido a Barcelona y, después de Madrid, es el sitio con más visitas a museos de todo el país».
Los tesoros que conforman este gabinete de las maravillas pertenecieron a la biblioteca de personajes como Alfonso X el Sabio, Isabel la Católica, Carlos V, Manuel I de Portugal, el Sultán Murad III, Luis IX de Francia o Catalina la Grande. Hoy en día se custodian en las grandes bibliotecas y museos como un legado bibliográfico sobre ingenio humano a lo largo de los siglos y su impacto en la cultura mundial.
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