Tribunales
El infierno de una niña que intentó suicidarse tras ocho años de violaciones de su padre
La menor sufrió abusos de su progenitor en Álora (Málaga) y Brenes (Sevilla) entre 2007 y 2015
El TSJA acaba de confirmar la condena a 15 años de prisión por violación continuada
La obligaba dándole puñetazos, tirones de pelo o inmovilizándola a la fuerza
![La Ciudad de la Justicia de Málaga, donde se celebró el juicio](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/02/08/ciudad-justicia-malaga-RWSAhuC7lxtDk2Y86lWgOzJ-1200x840@abc.jpg)
En 2017, siendo ya una adolescente, no pudo más con la pesada carga y denunció a su padre por violación. Había intentado escapar del pasado muchas veces, hasta quitándose la vida por la grave ansiedad que sufría, pero al final la denuncia sentó al ... padre en el banquillo. Su progenitor, la persona que la debía proteger, le había arruinado la vida. Cuando dio el paso, denunció haber sido víctima de unas supuestas agresiones sexuales consistentes en tocamientos sin acceso carnal llevadas a cabo por el acusado, su padre, excluyendo expresamente que el mismo la hubiese penetrado.
No fue hasta dos años más tarde, cuando manifestó que, además de aquellos tocamientos, había sido violada. La sentencia que confirma 15 años de cárcel para el padre por un delito continuado de violación asegura que el padre, entre el mes de enero de 2007 y abril de 2015, en los distintos domicilios familiares en Álora (Málaga) y Brenes (Sevilla) violó a su hija.
El tribunal considera probado que con la intención de satisfacer sus propósitos sexuales, desde que su hija tenía cuatro años y hasta los 12 años, la sometió a actos de carácter sexual. En un primer momento, cuando menor tenía cuatro año solo hacía tocamientos, pero a partir de los ocho años comenzó penetraciones vaginales. Éstas se prolongaron en el tiempo hasta los 12 años.
Para someterla a su voluntad empleaba amenazas y agresiones físicas ante cualquier negativa. La niña sufría puñetazos, tirones de pelo, inmovilizaciones fuertes y le introducía sus dedos con fuerza en las costillas.
La 'comidita'
De este modo, desde los cuatro cuando se encontraba sola con su padre en el domicilio, en la habitación de ella o en la de los padres, jugaba al juego de la 'comidita'. El padre se lo había inventado como clave para agarrarla con fuerza de los brazos, impidiendo que ella se moviera, mientras éste le hacía tocamientos en sus partes íntimas por debajo de la ropa. También la sentaba sobre sus piernas y comenzaba a tocarle los glúteos, nalgas, pechos y genitales, asustándola con propinarle una paliza si lo contaba a alguien.
En otras ocasiones, el acusado se acostaba con su hija, durante la siesta o por la noche, y ante la negativa de ella, le tapaba la boca fuertemente para que no gritase o le presionaba con los dedos en las costillas para inmovilizarla, la agarraba de los pelos y la arrastraba o le propinaba puñetazos por todo el cuerpo.
La primera vez que se produjo una relación sexual completa con penetración fue cuando la menor tenía ocho años de edad, momento en que como su padre se iba a marchar al extranjero. La niña, para despedirlo, le hizo un dibujo y se lo puso en la maleta. El padre al ver el dibujo fue a su habitación y colocándose sobre la menor la penetró vaginalmente.
La sentencia explica que situaciones como esta se sucedieron de forma habitual, desde ese momento, hasta que la madre de la menor interpuso denuncia por violencia de género y doméstica en abril del año 2015. En cuando el agresor dejó de convivir el acusado con su hija. Dos años después denunció la hija las violaciones. Es cuando reveló una pesadilla de ocho años.
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