La fuga del 'Chumbo' en Campillos : Oculto 24 horas en un piso y detenido en el maletero de un coche
La Guardia Civil lo estaba buscando desde que se atrincheró en su casa el pasado lunes
Buscan al 'Chumbo', el hombre que se atrincheró en Campillos y luego huyó de la Guardia Civil
Dispositivo de búsqueda de la Guardia Civil
No había explicación para la fuga del 'Chumbo' en Campillos. Y no la había porque no se produjo. O, al menos, eso ha dicho tras ser detenido oculto en el maletero de un coche, tratando de salir del municipio. Según esta versión, el sujeto que ... se atrincheró armado el pasado lunes por la noche, y desapareció cuando fueron a arrestarlo el martes por la mañana, estaba escondido en el piso superior de la vivienda en la que se encerró.
Allí habría pasado escondido las 24 horas de búsqueda para su arresto, pero la historia tampoco cuadra a la Guardia Civil, ya que esa vivienda fue revisada por los agentes. La investigación está abierta. Se trata de aclarar que ocurrió en esas 24 horas, cómo desapareció y si tuvo ayuda para ocultarse de las autoridades.
Sobre las 23.00 horas del pasado lunes los vecinos comenzaron a escuchar las peleas. Una de las residentes del barrio de Don Benito explicó que escuchó una bronca por la noche y oyó gritos: «Baja el arma, baja el arma... No sé quien lo decía». Después aseguraba que se escuchó un disparo y todo quedó en silencio. . Luego ya todo se quedó en silencio. Otro vecino señaló que era como un «petardazo».
En ese momento, hubo varias llamadas a la Emergencias. Los primeros en llegar fueron efectivos de la Policía Local. El sujeto los recibió encerrándose en su casa con su madre. Según los testigos armado con una escopeta recortada. «No se venía a razones», afirman.
Está casado con tres hijos y tiene una orden de alejamiento de su pareja por violencia de género. Las fuentes explican que en el momento del incidente estaría en busca y captura por robo con violencia. Ya estuvo en prisión 10 meses por conducción temeraria y quemarle la bici a un vecino.
Durante la noche, un negociador de la Guardia Civil trató que entregara el arma y se rindiera, pero no lo consiguió. El último contacto fue de madrugada, sobre las 3.00 horas, atendió a los agentes que le decían que su madre necesitaba medicamentos. Entonces la dejó salir. La mujer dijo que no había estado retenida en ningún momento. Ahí se quedó solo.
Avanzaron las horas y no contestaba. Así, la Unidad Especial de Intervención entró a detenerlo, pero ya no estaba. Se había fugado de forma inexplicable. Nadie sabía cómo lo había hecho. La vivienda estaba acordonada y nadie había salido ni entrado en la zona. Todos los movimientos había estado controlados por la Guardia Civil. Sin embargo, parecía que les había dado esquinazo.
No fue así. La Guardia Civil, sabedora de los apoyos del atrincherado en el barrio, montó un doble dispositivo de búsqueda. Había que rastrear cada palmo y controlar cada movimiento. Por un lado, entraron a registrar aquellos domicilios en los que podía estar. Se llegó a usar hasta cámaras térmicas para localizar fuentes de calor en posible habitáculos ocultos o paredes con doble fondo.
Al mismo tiempo, se hizo un fuerte controla de los movimientos en puntos estratégicos. La Guardia Civil estableció controles. En uno de esos cerca de Campillos es donde ha sido detenido escondido en el maletero de un coche. Ahora toca determinar quien le pudo ayudar a ocultarse.