Devuelven una cartera con 5.000 euros a un turista coreano en Ronda

Un turista coreano y su hija llegaron a Ronda en autobús desde Málaga el pasado miércoles 15 de noviembre, al bajarse del transporte se dieron cuenta que les faltaba una cartera tipo riñonera con las documentación de las dos personas y dinero. No lo dudaron. Fueron a la cafetería de la estación y allí dieron con Malena León, la hostelera encargada del establecimiento. A ella fue a la que contaron lo que había sucedido por medio de un traductor. Más que el dinero, a los dos turistas, les preocupaban los pasaportes.

La hostelera comenzó a llamar, a hacer indagaciones y localizó al conductor del autobús, que era Francisco Gavilán. Una vez se hizo con su teléfono comenzó a llamar, pero el chófer no le cogía, puesto que estaba camino de Olvera, donde reside. Cuando el conductor paró devolvió la llamada.

El chófer ya había revisado el autobús, pero no halló nada. Sin embargo, ante las indicaciones de Malena León, volvió al vehículo antes de irse a su casa en esta localidad. Es cuando cuando la encontró debajo de un asiento.

En ese momento, Gavilán se la llevó a su casa para poder devolverla. «Tuvo mucha suerte. Nadie la encontró. Estaba abierta, la cogí y me la llevé a mi casa», aseguró este profesional a Charry TV, televisión local de Ronda que ha descubierto la historia.

Al día siguiente, los dos turistas quedaron con la hostelera y el conductor del autobús. Lo primero que buscaron fueron los pasaportes. «no le importaba el dinero, en dólares, billetes de su país y en euros», comentan ambos a la televisión local, donde apuntan que en total en la riñonera había más de 5.000 euros.

El conductor no es la primera vez que devuelve una cartera. Un día antes ya entregó otra a un joven de Olvera que la perdió y la encontró otro señor en Málaga. Malena León, igualmente, cuenta que otra turista, de nacionalidad argentina, perdió en abril igualmente otra cartera con unos 6.000 euros y se la entregó en la comisaría de Ronda, cuando la turista iba denunciar y la hostelera a entregar la cartera con el dinero.

Como recompensa por su buena acción, tanto la hostelera como el conductor de autobús recibieron una pequeña compensación por su honradez. Agradecido, el turista coreano dio cien euros a cada uno por su honestidad.