La cocinera de los sin techo de Fuengirola será Miembro de la Orden del Imperio Británico
Joyce Gyimah fundó Adintre hace 23 años para ocuparse de las personas sin hogar
Joyce Gymah, el «ángel negro» vendido en matrimonio que ahora alimenta a los más pobres de Fuengirola
![Joyce Gymah](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/21/joyce-adintre-fuengirola-RG71y8kO5aVcE3rnhC64FzM-1200x840@diario_abc.jpg)
Desde que fundó Adintre hace más de 23 años Joyce Gyimah ha trabajado incansablemente para proporcionar apoyo físico y emocional a las personas sin hogar y vulnerables de Fuengirola. Su trabajo ha beneficiado a miles de ciudadanos británicos vulnerables en momentos de dificultad, convirtiéndose en un miembro importante de su comunidad local. Por eso será Miembro de la Orden del Imperio Británico, que ahora rige el propio Carlos III.
Joyce Gymah Amponsah (Lagos, Nigeria. 1960) encontró el propósito de su vida hace dos décadas en Fuengirola. Un día se puso frente al espejo y se dijo que quería conocer a Dios. Una extraña visión hizo que un domingo, vistiendo su esbelta figura con un pequeño vestido negro ajustado por debajo de la pantorrilla y unos tacones de infarto, saliera con su marido de un «after» y se metiera en una iglesia anglicana. De allí salió decidida a ayudar a los sin techo.
El embajador británico en España, Hugh Elliott, ya dijo sobre ella que la dedicación de Joyce para apoyar a quienes lo necesitan ha transformado innumerables vidas y la ha consolidado como una colaboradora profundamente valorada para el Consulado Británico en Málaga. «Su visión y liderazgo en Fundación Adintre han tenido un impacto notable en la comunidad local de Fuengirola e inspirado a otros a ser voluntarios para esta maravillosa y impactante organización«, añadió.
Su historia es de película. Con apenas 13 años sus padres arreglaron su casamiento con un viejo que tenia varias mujeres vestidas con burka, se negó y negoció con sus padres una salida trabajando para pagar su libertad. En realidad ahorró para huir, mientras era criada de una familia China que regentaba una fábrica de plásticos.
El sueldo que recibía lo entregaba en casa íntegramente, pero por las noches los chinos se dedicaban a apostar y ella era la sirvienta que había en esas timbas. Al acabar, las propinas las iba almacenando en secreto para comprar un billete a su libertad.
Huida a España
Así, conoció a un chico que había estado en Europa y le propuso que, si le conseguía un pasaporte, ella pagaría los dos billetes. Joyce era menor de edad y sus padres no firmaban para que pudiera tener pasaporte, así que tuvo comprarlo en el mercado negro. Tres horas antes de subir al avión para Madrid se lo dijo a sus padres.
En 1984, con sólo 16 años, aterrizó en Madrid y la primera persona con la que contactó fue un taxista que le estafó 57.000 pesetas por llevarla a la Gran Vía. Cruz Roja los ayudó a ser asilados políticos, buscaron un alquiler en una pensión y comenzó una relación con el joven que la acompañaba. Con la primera niña llegaron las palizas y, al nacer la segunda, buscó la forma de irse.
Acabó en Soria de peluquera y, en unas vacaciones, se enamoró de Fuengirola, donde conoció a un músico sueco con el que la vida era una fiesta sin fin, hasta aquel domingo que entró a la iglesia anglicana y reconoció a ABC que tuvo una revelación. Ya lleva 23 años dedicada a esa pasión, dando de comer a las personas que viven en la calle.
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