Entrevista
Hernández Mollar: «Moreno y Bendodo deben tomar las riendas para renovar el PP andaluz»
El ex subdelegado del Gobierno en Málaga abandona la política y pide cambios en el partido

Jorge Hernández Mollar (Melilla, 1945) acaba de jubilarse como subdelegado del Gobierno en Málaga después de tres años y medio en el puesto y poniendo fin a una amplia trayectoria política como diputado, senador, parlamentario europeo o presidente del PP en Melilla. A sus 70 años recién cumplidos exige a los presidente de su partido en Andalucía y Málaga que afronten con valentía la renovación en el partido y en los cargos.
- En su despedida su jefe Antonio Sánz le puso un sobresaliente ¿cómo se sintió?
-Estoy muy agradecido a todos los que han colaborado conmigo, que son los culpables de que las cosas hayan salido bien. Aunque siempre hay alguna sombra, pero pocas.
-¿A qué sombras se refiere?
-Hemos tenido que afrontar una crisis que ha repercutido en las inversiones tanto en recursos materiales como humanos. Ha habido que apretarse el cinturón y eso ha supuesto sacrificios. Estamos al final del túnel y parece que vamos a empezar a remontar esta situación.
-No han hecho todo lo prometido en inversiones
-No ha sido posible abrir el centro penitenciario de Archidona por razones económicas. Los Baños del Carmen están ahí y algo va a invertir el Estado y espero que la Junta abra en noviembre el Museo de Málaga. También han sido escasas las inversiones en comisarías y cuarteles, que necesitan un desahogo, algo que ya está previsto para este año.
-Las plantillas policiales no han aumentado en su etapa, pero ha pedido mayor sueldo para ellos.
-Se está trabajando en la línea de abrir en 2016 la reposición de las plantillas policiales. Uno ha visto mucho despilfarro en otros sectores del gasto público que se podían haber utilizado en otras cosas, como la línea con Sevilla que pretendía hacer el gobierno socialista, despilfarros en aeropuertos que no funcionan o en autovías. Un mérito del actual gobierno es haber procurado que las cuentas estuvieran claras. Y en eso he visto también una colaboración importante de los alcaldes.
-Ha encadenado casi 40 años de cargos públicos.
-Bueno ha habido una parte dedicada a la administración pública, porque soy funcionario, y más de 20 a la vida política.
-¿Cuándo debe jubilarse un político?¿Está de acuerdo con la limitación de mandatos?
-La limitación de mandatos la deben definir los propios partidos. No le doy tanta importancia a eso como que un gobernante decida marcharse cuando sienta que ha cubierto sus objetivos o le falta empuje. Eso es muy difícil, le cuesta a todo el mundo. Se ha cerrado una etapa en este país que es la transición y los que hemos sido parte importante en la vida pública de este periodo tenemos que ser conscientes y dejar paso a las nuevas generaciones. No me refiero a la edad, sino a sabia nueva que refresque a los partidos.
-¿Toca renovación?
-Ahora sí que toca renovación. Antes hubo una obsesión por la renovación que no era necesaria y algunos accedieron quizás con demasiada prontitud a la vida pública. Ahora toca renovación en los partidos, sobre todo en los grandes, que deben reflexionar sobre una mayor democratización en los debates y decisiones, huir de crear órganos monstruosos que no sirven para nada. No digo refundar, sino poner encima de la mesa los grandes aciertos y errores. Y esa renovación debe pasar por las personas. Pero eso es una decisión personal, y también de los partidos. Yo he hecho una llamada al presidente regional y al provincial de mi partido, que tienen que ser muy valientes, no dejarse achicar por nadie y tomar las decisiones que tienen que tomar.
-¿Se refiere a alguna lista en concreto?
-No quiero referirme a ninguna persona, digo que ellos tienen esta responsabilidad y a ellos corresponde ahora tomar las riendas y decidir qué pasos tienen que dar para afrontar esta nueva etapa con un partido renovado y sobre todo que vuelva a recuperar la confianza de muchos electores que o se han quedado en su casa o se han ido a otras opciones que, como se está viendo, son una especie de globo que en cualquier momento se pincha.
-A tres meses para las elecciones generales ¿qué panorama ve?
-España se juega muchísimo, gobernar un país es una cosa muy seria y hay temas sobre el tapete como Cataluña o la emigración o la situación económica que necesitan de un gobierno fuerte y sólido y eso lo van a valorar aquellos que en su momento quisieron castiga al PP y optaron por otras formaciones.
-¿Se refiere a Ciudadanos?
-El voto es secreto, pero eso parece. De todas formas tengo la percepción de que van a volver, siempre que el partido lo haga bien de aquí a las elecciones, recupere esa confianza y sea muy coherente con las cosas que le está pidiendo su electorado natural.
-Quedan sólo tres meses, ¿a qué teme?
-Bueno en política puede pasar todo y de todo y en cualquier momento. El gobierno tiene que afinar mucho en sus decisiones para atender a su electorado natural, que es de centro derecha, porque no somos de izquierda, y no hay que tener miedo a perder ese votante. En este país se puede ser muy social, muy progresista entre comillas estando en un partido de centro derecha. Esa labor corresponde a los gurús.
-Y esos gurús dicen que en época de recuperación la gente se vuelve conservadora, aunque nadie vaticina mayorías absolutas ¿está de acuerdo?
- A veces uno se lleva muchas sorpresas. Es verdad que en situaciones normales los cambios radicales no se dan y además Podemos y Ciudadanos están preocupados porque están perdiendo espacio. Por eso digo que si el PP lo hace bien en estos tres meses, no digo que mayoría absoluta, pero podríamos acercarnos a una mayoría suficiente para poder gobernar en coalición y eso al PP no le asusta.
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