Entre la 'ley del sólo sí es sí' y la «privatización» de la sanidad andaluza
Los alcaldes y candidatos socialistas esperan que el Gobierno central no pise más charcos que perjudiquen sus intereses electorales para las próximas municipales del 28 de mayo
LA IZQUIERDA SE ROMPE (OTRA VEZ); AHORA EN LAS CANDIDATURAS MUNICIPALES
Los mensajes son simples: «La Junta va a privatizar la sanidad» versus «todos los agresores sexuales están saliendo a la calle por culpa de Sánchez». Los responsables políticos de los dos principales partidos andaluces y que aspiran a las alcaldías ... el próximo 28 de mayo, PSOE y PP, los replican con más o menos sutileza. Pero ninguno de los dos son ciertos aunque ambos han calado en el imaginario de la sociedad. Es lo habitual en la época de las 'fake news'.
La sanidad pública no pasa por su mejor momento. Tras la pandemia, la Atención Primaria tiene dificultades y hay retrasos en la atención. Es una realidad en casi la mitad de los distritos sanitarios de la comunidad autónoma que nadie tiene que explicarle a los andaluces; todo el mundo lo vive en carnes propias. Hay también retrasos en las listas de espera quirúrgicas y dificultades en la visita a los especialistas. Una situación que, desgraciadamente no se circunscribe a Andalucía; se extiende por toda España.
En el PSOE andaluz saben muy bien el coste político que tiene las carencias en sanidad. Fue uno —aunque evidentemente no el único— de los motivos que hizo caer a Susana Díaz. Ahora quieren desgastar al Ejecutivo de Juanma Moreno utilizando esos argumentos. En este escenario, además, la Consejería de Salud tiene expuesta a exposición pública una orden para actualizar los precios de las tarifas de los conciertos que el SAS hace con empresas privadas. ¿Una buena idea? Evidentemente. La orden de precios públicos evita los abusos que han hecho empresas privadas sanitarias hace muy poco tiempo —250 millones de euros acaba de pagar la Junta a Clínicas Pascual— pero la novedad es que incluye la Atención Primaria. Nunca antes se había planteado concertar precisamente la puerta de entrada al sistema sanitario.
Oportunidad
Muchos dirigentes en el PP se preguntan si era necesario abrir ahora esa espita. «Es darle una bala de plata al PSOE porque hay mucho que explicar». Es verdad que la orden lleva en exposición pública desde julio pero ha sido precisamente ahora cuando Comisiones Obreras (organización a la que pertenece la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto) la ha puesto en el candelero. También Izquierda Unida se juega mucho en las municipales. La formación tiene 80 alcaldías en Andalucía y se enfrentan con el reto de mantener ese pabellón sorteando el desgaste de formar parte del Gobierno central. Por cierto, ¿dónde está el otrora flamante Ministro de Consumo? También en silencio. Con todos estos ingredientes, el caldo está listo para servirlo.
Desde el Gobierno andaluz insisten en que se trata de una mentira de corto recorrido, «nadie va a pagar por recibir atención sanitaria en Andalucía», explican. «La gente lo que quiere es que se le opere y se le atienda y que no le cueste dinero y eso va a seguir siendo así sin ninguna duda».
Entienden que el tiempo les va a dar la razón pero precisamente ahí es donde está la debilidad de su argumento. ¿Tiempo? Las municipales son en 90 días, Semana Santa y ferias por medio.
La polémica ha dado, además, cierto oxígeno a los socialistas. Muchos alcaldes y candidatos del PSOE piden en privado —y ya también en público— que el Gobierno de Pedro Sánchez no se meta en más charcos. «Que no hagan nada más hasta las municipales, por favor», comentaba un alcalde y candidato a la reelección a ABC. Entienden que el Ejecutivo está haciendo cosas positivas para la mayoría social: subida del salario mínimo, freno a la subida del alquiler, medidas para la cesta de la compra... que están opacadas por la polémica de la 'ley del sólo sí es sí'.
Y ahí es donde el PP ha encontrado el filón. Los «efectos indeseables» de la norma que se suponía que iba a defender a las mujeres son más que evidentes. El Consejo General del Poder Judicial estima que se van a revisar unas 4.000 condenas de violadores y agresores sexuales. Un daño añadido a las víctimas.
También este argumento tiene sus falsedades porque no es cierto que vayan a salir a la calle todos los violadores y agresores sexuales pero sí lo es que muchos de ellos están viendo reducidas sus condenas y otros tantos lo van a ver en los próximos meses.
Y la sociedad está enfadada no sólo por el gravísimo error en la ley sino además por el espectáculo que están dando el PSOE y Unidas Podemos para su reforma. Porque lo importante no es reparar a la mayor brevedad posible el daño causado —¿de verdad que no es rentable reconocer un error en política?— sino ver quién se lleva el triunfo político y cómo van las negociaciones entre ambas patas del Gobierno.
¿Y la reforma del delito de malversación? En el PP andaluz consideran que esa medida tiene menos impacto electoral. «Lo que aquí la gente no entiende son los socios que ha elegido Pedro Sánchez, con Bildu y los separatistas», reflexionan en un argumento que también comparten los alcaldables del PSOE.
La reforma de la malversación exige muchas explicaciones añadidas aunque la visita esta semana de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo a España ha puesto en foco en la misma. Desde este organismo de la UE piden transparencia en el gasto de los fondos que van a llegar a España, sobre todo porque ahora sale más «barato» destinar el dinero público a un fin que no era el establecido legalmente que es lo que supone la malversación.
Los partidos preparan sus estrategias electorales en este clima en muchos casos al margen de los alcaldes y candidatos. En los tres partidos que se disputan fundamentalmente las alcaldías, PSOE, PP y Por Andalucía, hay quienes están haciendo su propia campaña. «A la gente de mi pueblo le interesa la gestión local que es lo que se valora. Aquí las siglas no importan», dice un socialista. O sí, que diría Rajoy.
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