Juan Marín se sincera ante su amigo Bendodo: «Los míos me querían matar y romper el Gobierno andaluz con el PP»

El exvicepresidente de la Junta y el exconsejero de Presidencia reivindican al «Ejecutivo del cambio» en un coloquio coincidiendo con el quinto aniversario de las elecciones autonómicas del 2 de diciembre

Bendodo descarta su regreso a Andalucía tras ser relegado en el PP: «Donde se ha sido feliz no hay que volver»

Juan Marín y Elías Bendodo, este viernes en la sede de la Fundación Cajasol, en presencia de su presidente, Antonio Pulido JUAN FLORES

Hubo un tiempo, no se crea que hace tanto, en que Ciudadanos (Cs) llegó a ser el tercer partido en el Congreso, con 57 escaños. Tenía la llave que abría la puerta de los gobiernos autonómicos en Madrid, Murcia, Castilla y León o Andalucía, territorio ... que se convirtió en el laboratorio de la nueva alianza del PP y los liberales de Albert Rivera.

Ocurrió en la madrugada del 2 al 3 de diciembre de 2018, cuando los candidatos del PP y Cs, Juanma Moreno y Juan Marín, respectivamente, se llamaron por teléfono para felicitarse y se emplazaron para diseñar el futuro Gobierno con el apoyo parlamentario de Vox, que entró en el Parlamento con 12 diputados. Era la primera vez que los astros de la derecha se alineaban para pasar página sobre 37 años de poder continuado del PSOE en Andalucía, una hegemonía que parecía indestructible.

Dos protagonistas de aquel gobierno inédito con el primer presidente no socialista de la autonomía compartieron este viernes un coloquio organizado por Europa Press Andalucía para evocar con «nostalgia» y «orgullo» cómo se fraguó la aventura, coincidiendo con el quinto aniversario de la conjunción planetaria que se produjo en las autonómicas del 2D. Uno es Juan Marín, que era el coordinador regional de Cs y vicepresidente de la Junta, y el otro, Elías Bendodo, entonces consejero de Presidencia, portavoz del Gobierno y hombre para todo de Moreno. Juntos formaron un tándem inigualable capaz de deshacer cualquier entuerto o desencuentro.

«Las cornadas que no son mortales, te fortalecen», responde Bendodo cuando le preguntaron por su relevo como 'número tres' del PP

Tantas confidencias compartieron que su amistad perdura aún después de las elecciones del 19 de junio de 2022, cuando emprendieron vidas (políticas) separadas. Marín, que de 21 escaños pasó a no tener ninguno, es hoy presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Andalucía, un alto cargo del Gobierno andaluz con rango de viceconsejero, mientras que el diputado malagueño del PP acaba de ser nombrado vicesecretario de Política Autonómica y Municipal y Análisis Electoral del PP.

Tras coordinar la campaña que dio la mayoría absoluta a Moreno, se marchó a Madrid y Alberto Núñez Feijóo lo nombró coordinador general. Ahora que ha sido relegado en el equipo, «no se arrepiente» de haber cogido el AVE. «Las cornadas que no son mortales, te fortalecen. Con cada cargo me siento reforzado», dijo capoteando con torería la pregunta del moderador del coloquio, el periodista Francisco Morón, sobre el cambio de rol.

PP y Cs no necesitaban ningún verificador, ironizaron. «Cualquier problema se resolvía los lunes en el despacho de Juan Marín», recordó Bendodo en el desayuno informativo que reunió a antiguos y actuales consejeros andaluces de Cs y PP —hoy casi indistinguibles— en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla. Su amigo da fe: «Yo traía cosas buenas de Sanlúcar [de Barrameda] y dulcificaba los encuentros». «Los gobiernos de coalición si funcionan son mejores que los de mayoría absoluta», apostilló el dirigente malagueño.

«Me pegué dos años soportando a compañeros de la dirección nacional de Cs que querían romper el Gobierno andaluz», confiesa Marín

En aquellos años –rememoraron– la palabra mágica que repetían sin cesar era «encapsular» como si su mera invocación sirviera para proteger al Gobierno de coalición del maleficio de las presiones de sus partidos. Haberlas, las hubo y fueron intensas, más de lo que refleja la hemeroteca. Según reveló Marín: «Me pegué dos años soportando a compañeros de la dirección nacional porque querían romper el gobierno [andaluz]» e impulsar una moción de censura con el PSOE-A para quitar la Presidencia de la Junta al PP. «Querían matarme los míos. Este me cuidaba más que los míos», comentó buscando la mirada cómplice de su amigo. Marín se dio de baja de Cs en octubre de 2022 tras aceptar el cargo de presidente del CES, decisión que le reprocharon desde la dirección de Inés Arrimadas.

Si pudiera volver atrás utilizando el DeLorean de 'Regreso al futuro', asegura que «volvería a hacer exactamente lo mismo». Cs tenía «un problema interno que no se fue capaz de resolver y una falta de dirección absoluta». Al final, «vas como un pollo sin cabeza» porque «no se toman decisiones acertadas», contestó cuando le preguntaron qué fue lo que falló para que el inmenso capital político e institucional de Cs se desvaneciera de la noche a la mañana.

A pesar de que ambos coinciden en que mereció la pena el viaje, Bendodo confiesa que «no ha pedido volver ni volvería» a la política andaluza. «Donde se ha sido feliz no hay que volver», cantaba Sabina, un consejo que sigue a pies juntillas. Y es que segundas partes nunca fueron buenas, le faltó añadir.

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