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PATRIMONIO HISTÓRICO

Torreperogil saca a la luz las 'minas de agua' que los romanos legaron en su subsuelo

La localidad de Jaén explora las galerías hídricas en su casco urbano con la intención de hacerlas visitables

La infraestructura, de hace dos mil años aún alimenta fuentes del municipio y se halla «en excepcional estado de conservación»

Miembros de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas en una de las galería ABC

Daniel Illana

JAÉN

Que los romanos construían para la eternidad es algo más que un dicho, y se demuestra tanto en el Panteón de Agripa como en la Cloaca Máxima. Pero no hace falta irse a Roma para dar fe de esto. En Torreperogil, en la provincia de Jaén, están empezando a ver el potencial de una espectacular red de infraestructuras romanas bajo su suelo.

En este municipio se halla una curiosa «mina de agua», una red de túneles que mediante el drenaje del suelo conseguían hacer aflorar el agua, que era conducida por gravedad hasta varias zonas del pueblo. Esto ha sido así durante siglos y, de hecho, en la actualidad aún hay pilares y fuentes ornamentales en Torreperogil que se alimentan del agua así extraída.

Los estudios hablan de que estas minas habrían sido construidas en el Siglo I ó II de nuestra era, aprovechando las diferentes capas sedimentarias del suelo de la comarca de La Loma, pero no ha sido hasta ahora cuando ha comenzado su estudio. «En el pueblo siempre se ha sabido de su existencia», explica Francisco Torres, concejal de Desarrollo Local, Turismo y Cultura, «de hecho no solo existen multitud de testimonios orales, en el Archivo Histórico Municipal también se recogen documentos que detallan tareas de mantenimiento«.

Ahora, eso sí, se comienza a conocer en profundidad qué existe bajo el suelo de este municipio. Este mes de enero se han dado a conocer los resultados de los estudios que ha llevado a cabo la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, que ha ha explorado la mina de la Calle Santa María, de un kilómetro, aproximadamente, de longitud, y la de la Calle Navas, de más de dos kilómetros, sin haber llegado hasta el final de la misma.

«Es muy curioso«, relata Paco Torres, »que el urbanismo de Torreperogil está marcado por estas minas y, de hecho, lo que se conoce y se ha explorado coincide con gran parte del trazado de las calles. Y todavía nos queda mucho por conocer«. Este fin de semana se han celebrado una jornada de Espeleo-arqueología en esta población, donde se han expuesto lo conocido hasta ahora. En ellas uno de los ponentes principales ha sido el presidente de la AAES, José Millán, grupo que conoce a la perfección este tipo de construcciones después de haberlas estudiado en la comarca de los Alcores y Carmona, en Sevilla.

Precisamente el arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román, fue otro de los ponentes, pues esta localidad ha sido pionera en el descubrimiento y puesta en valor de infraestructuras subterráneas romanas. Este ha destacado el gran estado de conservación en el que se encuentran las galerías, a las que no se ha arrojado escombro o vertidos y que, salvo algún pequeño taponamiento de barro, están en perfectas condiciones. Es más, en muchos casos, se conservan, incluso, las losas de piedra originales de los pozos de registro por los que se accedía a las minas.

La geología perogilense colaboró, también, en gran parte con estos trazados suterráneos, pues, por un lado, existen capas contiguas de suelo blando arcilloso en contacto con la roca viva que, por el otro, al tratarse de arenisca era tanto lo suficientemente estable como lo suficientemente trabajable para poder horadarla con picos, como se le ganó cada metro a la roca hace unos dos mil años.

Interior de las minas de agua de Torreperogil ABC

Ahora la idea es poder realizar un viaje en el tiempo a través del subsuelo de peculiar pueblo. «Durante este 2023 queremos hacer realidad la visita a las minas para todos. Estamos buscando el tramo más accesible y cómodo para poder acotar una ruta para cualquier visitante y, además, establecer un recorrido que permita realizar espeleología urbana a todos los que quieran disfrutar de este deporte sin salir de un casco urbano«, explica el concejal. Para el alcalde, José Ruiz, se trataría de «un excepcional recurso turístico que, además, tendrá un carácter permanente«.

La primera exploración a estos pozos, después de siglos de olvido, la llevó a cabo, en 2009, el Grupo de Espeleología de Villacarrillo, pero con una motivación deportiva. Ahora, gracias al convenio suscrito con el Ayuntamiento, la AAES está documentando al detalle todo el trazado topándose, además, con muchas sorpresas: A pesar de que, en edad geológica, estas cuevas son muy recientes, ya se aprecian en ellas vistosas estalactitas, estalagmitas, coladas y las llamadas «perlas de las cuevas». «Todo el pueblo está muy ilusionado con la mina«, asegura Francisco Torres, ya que en el pasado bajo sus pies puede encontrar una fórmula para hacer remontar su futuro.

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