Los 25 equipos ROCA son insuficientes para guardar el campo

El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, compareció el pasado lunes ante la prensa para anunciar, con  indudable satisfacción, que los robos en el campo andaluz se habían reducido un 15,8 por ciento en Andalucía durante los tres primeros meses del año respecto al mismo periodo del anterior. Bajada de la delincuencia que se debe al despliegue de los Equipos ROCA (por lo de robos en el campo). Aún así UPA ha exigido al Gobierno más agentes y más medios porque «los 25 equipos Roca que operan son escasos para luchar contra una situación insostenible que se ha convertido en una auténtica sangría económica para los agricultores, que sufren cuantiosas pérdidas no solo por los daños en las infraestructuras, especialmente en comunidades de regantes, sino también por las pérdidas de cosecha y por la necesidad de contratar vigilancia privada. Estamos ante un problema de primer orden que se está convirtiendo en una pesadilla para los agricultores».

La Unión de Pequeños Agricultores no cuestiona los datos que aparecen en el informe hecho público por el Delegado del Gobierno, pero sí afirma que los daños que se producen a diario como consecuencia de esos robos, en comunidades de regantes, en los equipos e infraestructuras de riego, en fincas particulares, en naves, en gasóleo, en todo aquello que tenga un valor en el mercado, están llevando a los agricultores a una situación insostenible. Incluso se puso como ejemplo de caso llamativo «el robo de un tractor nuevo de 130 caballos de potencia con 5.000 litros de gasoil, que desapareció de noche recientemente en el Bajo Guadalquivir y todavía no se ha podido localizar».

En concreto el Gobierno señaló que desde la puesta en marcha de los equipos Roca hasta finales del mes de abril de 2015 la Guardia Civil «ha efectuado 1.701 detenciones y se han imputado a 1.717 personas en Andalucía. Además, se han registrado un total de 4.007 denuncias». Estos agentes también mantienen el contacto permanente con los colectivos agrícolas y ganaderos, a quienes informan y dan a conocer los diferentes métodos para intensificar la protección de sus explotaciones. En este sentido se han mantenido 2.147 reuniones con el sector y 12.877 contactos con agricultores y ganaderos. Como consecuencia de estas actuaciones, el total de sustracciones registradas por Policía Nacional y Guardia Civil entre enero y marzo de este año fue de 1.856, frente a las 2.203 del año pasado, lo que equivale a un descenso del 15,8 por ciento.

La organización agraria piensa que las estadísticas puede estar ocultando la realidad, «y es que hay agricultores que ya no denuncian porque están cansados de que sus quejas no tengan los efectos deseados. La verdad es que se sigue robando a diario, no de forma aislada, y causando daños irreversibles. El robo ha llegado a los niveles que ha llegado porque tiene un mercado. Ya no es solo el daño que produce el robo en sí, sino también el gasto en vigilancia privada»

Esta situación está derivando no solo en daños en las explotaciones y en comunidades de regantes, como la de Cristo del Consuelo de Cazorla, donde, según nos cuentan desde UPA, desmantelaron los transformadores y los cuadros eléctricos con el consiguiente riesgo de pérdida de cosecha ante la imposibilidad de regar, sino también en problemas para tramitar seguros, porque allí donde se producen robos reiterados ya no hay compañía que vuelva a asegurar a esa explotación o comunidad de regantes. «Y al final lo que está pasando es que l os agricultores no tienen más remedio que contratar vigilancia privada , como es el caso de lo que está ocurriendo a día de hoy en el Bajo Guadalquivir, la zona más afectada por los robos debido a su gran actividad agraria, donde los productores de patata deben tener vigilancia las 24 horas del día para no sufrir daños y robos en la explotación y en la propia producción».