Bádminton
Carolina Marín sueña con retirarse en su tierra, en el Europeo de 2026 en Huelva
«Me siento muy querida, nunca habría imaginado el cariño que he recibido«, cuenta la deportista, lesionada de gravedad este verano cuando luchaba por meterse en la final olímpica
Carolina Marín enciende las alarmas sobre su futuro: «No sé si volveré a coger una raqueta»
La onubense Carolina Marín, campeona del mundo de bádminton y que protagonizó una de las imágenes más impactantes de los Juegos Olímpicos de París al lesionarse la rodilla cuando peleaba por meterse en la final por el oro, ha repasado con entereza ese cruel capítulo que frena momentáneamente su brillante carrera deportiva. Toca recuperarse y para nada Marín piensa en bajar los brazos. Es su tercera rotura de ligamentos.
Su idea es volver a la pista cuanto antes y retirarse en su tierra, en el Europeo de 2026 en Huelva: «Lo he pensado mucho. Me daría mucha pena que una lesión me retire. Me quiero retirar en una pista de bádminton, pero no sé cuándo. Tengo una fecha pensada y si mi pierna me deja, y mi cabeza y mi corazón quiere, me gustaría retirarme en una pista de bádminton. Si se trabaja bien y se recupera la pierna y mentalmente estoy con ganas, lo veo posible. Unos Juegos los veo muy lejos, mi idea era retirarme el año que viene en el Mundial de París, veo otra cita en 2026, un campeonato de Europa que se hará en Huelva. Me encantaría retirarme en mi casa«, confesó en una entrevista concedida a 'El Partidazo', de la Cadena Cope.
Durante la charla, Carolina Marín contó cómo vivió la lesión en esas semifinales de París este verano: «Ya estoy más tranquila y más calmada. Me tengo que enfrentar a ello. Necesito ver cómo fue si vuelvo a jugar al bádminton. No cogí el móvil hasta la semana después pero las imágenes las vi el mismo día o al día siguiente. Me encontraba muy bien, mentalmente decía 'hoy gano' y físicamente me encontraba muy bien. No encuentro ese por qué. En ese momento yo lo sabía porque así me lesioné en 2019 en esa misma pierna y por eso le dije a Fernando 'me he roto'. Me quedaban once puntos y estaba tan bien que quise intentarlo porque me veía en la final».
🏸 @CarolinaMarin anuncia en el @partidazocope que quiere volver a jugar al bádminton
— El Partidazo de COPE (@partidazocope) September 3, 2024
💪 “Si la pierna, la cabeza y el corazón me dejan me quiero retirar en una pista de bádminton”
📻 La entrevista completa a las 23.30h en #PartidazoCOPE pic.twitter.com/ZSTSWnYPcP
Sobre cómo fueron los minutos posteriores, reconoció lo complicados que fueron: «Fue duro porque vinieron los servicios médicos y me trajeron una silla de ruedas pero quise salir por mi propio pie. Luego pensé que estaba loca porque sabía que me había roto el cruzado seguro. Fue muy duro porque me fui al vestuario, me harté de llorar, lágrimas de desolación. Llevo cinco años que la vida y el deporte ha sido muy cruel conmigo, con dos lesiones y la pérdida de mi papá... dije 'no puedo más'», admitió la onubense.
«La gente se ha dado cuenta del trabajo que hay detrás»
Y es que a Marín le ha tocado superar un calvario de lesiones: «Lo pensaba mucho, sobre todo con la segunda lesión, antes de Tokio. No me lo podía creer y pensaba 'por qué me están parando'. Eso se combate teniendo cabeza, ganas y motivación. Te puede ayudar la experiencia pero ahora mismo, al ser mi tercera rodilla y en mis últimos Juegos, eso me ha hundido mucho. Desde hace cuatro días he podido dormir mejor, pero antes no puedo dormir porque ha sido muy incómodo y muy duro».
Tras la lesión, la deportista reconoció que se ha visto sorprendida por el cariño que le ha mostrado toda la gente: «Me siento muy querida, nunca hubiera imaginado que la gente española hubiera empatizado conmigo. Si hubiera ganado el oro, se hubiera normalizado que yo hubiera ganado el oro, pero el superar dos lesiones, la pérdida de mi padre y el estar casi pisando una final olímpica... la gente se ha dado cuenta de lo que hay detrás», expresó.
En el momento de su lesión y derrota en semifinales, se llegó a proponer que Carolina Marín debía ser galardonada con una medalla de bronce honorífica: «No merecía esa medalla honorífica porque en otros Juegos ha habido lesiones de otras jugadoras. Pero yo no quería la medalla de bronce, yo quería la medalla de oro; no me hubiera subido al pódium. No me quiero creer más que nadie».
Sobre todos los mensajes de ánimo que ha recibido, reconoció que estuvo una semana sin coger su teléfono móvil, pero que una vez que empezó a responder, le sorprendió uno de ellos: «Tenía tantos mensajes que era infinito y respondí todos. En uno de ellos, tenía un audio y al final me dice 'soy Rafa Nadal'. No me lo podía creer, se me cayó una lágrima. Me puse el audio de nuevo y una lágrima tras otra. No me puedo quedar con un mensaje, ha habido tantos y tantos... Con el oro no hubiera recibido tanto cariño», concluyó.
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