Carmelo 'Lapela', de empresario de la noche a capo de la droga en Huelva

'Lapela' —es el mote con el que se le conoce en Huelva—, era el líder de la rama de dicha organización criminal en la provincia onubense, que tenía ramificaciones en las de Cádiz y Málaga. Esta organización 'colaba' el hachís por la ribera del río Guadiana y también por el Guadalquivir.

Carmelo 'Lapela' es muy conocido en la provincia de Huelva, sobre todo en Ayamonte. Posee una empresa que gestiona varias discotecas, y otra de productos congelados en la localidad de Isla Cristina. Según confirman a ABC fuentes cercanas a la investigación, este capo de la droga utilizaba estas empresas para blanquear el dinero que obtenía con el narcotráfico y para dar apariencia de normalidad al alto nivel de vida que llevaba y que no se molestaba en ocultar. Se le ha visto con coches de alta gama, todos ellos a nombre de empresas de alquiler, una técnica que están utilizando últimamente mucho los narcotraficantes en Andalucía para camuflar sus ganancias.

En la operación de la Guardia Civil sí ha caído su lugarteniente, I.F., un conocido peluquero de Ayamonte, al que se le ha encontrado en el registro practicado por los agentes en su casa una importante cantidad de dinero. El juez lo ha enviado a prisión preventiva.

Su jefe no pudo ser arrestado: debió enterarse antes y se dio a la fuga. Las mismas fuentes explican a ABC que Carmelo 'Lapela' fue además secuestrado el pasado mes de febrero en un ajuste de cuentas.

En los 18 registros practicados por la Guardia Civil en la operación 'Truck', además de desarticular a esta organización, han sido desmanteladas varias 'guarderías', como se conoce a los lugares en los que ocultan y custodian la droga hasta que las transportan a su destino en distintos países de Europa. Estaban situadas en Ayamonte, en Huelva; Sanlúcar de Barrameda, Cádiz; y Coín, Málaga.

La investigación se inició en agosto del pasado año, cuando la Guardia Civil supo de la existencia de una organización con alta capacidad operativa y logística dedicada al narcotráfico. En el aspecto logístico disponían de una amplia red de 'guarderías'.

A los investigadores les llamó la atención la cantidad de recursos empleados para dificultar la localización de la droga. Habían ingeniado estructuras ocultas con sofisticados sistemas para impedir la localización de los lugares donde la tenían almacenada. Un ejemplo es una 'guardería' descubierta en Sanlúcar de Barrameda, situada en una parcela rural donde aparentemente solo había un tanque de agua subterráneo al que se accedía a través de una trampilla en el suelo. Sin embargo, en otro lugar de la finca había oculto un interruptor que accionaba un mecanismo hidráulico que desplazaba el tanque de agua, dando acceso a un zulo subterráneo donde la organización escondía el hachís.