Videoblog Teodoro León Gross
Que Griñán se cuide
El mirador
Nieto, uno de los consejeros más experimentados y consistentes, se ha equivocado. Hay que evitar reducir la idea de la Justicia a venganza. Odiar el delito, y la corrupción socialista supone un legado odioso, no es odiar a quien lo cometió
Griñán se libra de entrar en prisión por el caso ERE en los próximos cinco años para tratarse el cáncer
El consejero de Justicia, a propósito del ingreso en prisión ya descartado del ex presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha apelado a que la Justicia «tiene que ser igual para todos los ciudadanos». José Antonio Nieto recuerda que en España hay muchos presos «con enfermedades graves», un sistema de sanidad penitenciaria «con muy buenos profesionales», y que sugerir que por una enfermedad «no se debe entrar» abre un melón peligroso y envía un «mal mensaje» a la ciudadanía. En la teoría, es una argumentación irreprochable. Pero en la práctica, ay, el consejero de Justicia viene a sembrar dudas sobre la credibilidad de la Justicia. Un error.
Es posible que Nieto sintetice el sentimiento de muchos, pero también pisa un charco peligroso. Del mismo modo que algunos cuestionan la condena de Griñán por incluir la malversación, y les decimos que esto no va de opiniones sino de una sentencia firme del Tribunal Supremo y por tanto no se debe suscitar desconfianza en el sistema judicial... detrás de lo que sucede con Griñán hay un procedimiento riguroso y garantista. ¿O quiere el consejero de Justicia sugerir que hay prevaricación? Salvo que vayan a denunciar al Instituto de Medicina Legal o la Fiscalía, ese sí que es un mal mensaje a los ciudadanos.
Nieto, uno de los consejeros más experimentados y consistentes, se ha equivocado. Hay que evitar reducir la idea de la Justicia a venganza. Odiar el delito, y la corrupción socialista supone un legado odioso, no es odiar a quien lo cometió. Y no es cierto que vaya a quedar impune la corrupción: muchos dirigentes socialistas están en prisión, y aún les seguirán otros... Aquí sólo se ajusta la condena al cáncer de próstata que sufre el ex presidente, casi octogenario y gravemente enfermo. Eso nos hace mejores, no peores.
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