Granada da un caluroso y multitudinario «Hej!» a la ansiada tienda de Ikea

«Apenas hemos dormido, estuvimos allí esperando y cuando vimos que era el momento, nos pusimos en cola», comenta la granadina. A eso de las cuatro de la madrugada empezaron a tener compañía. A las ocho, dos horas antes de la inauguración oficial, no hacía falta preguntar dónde estaba el Ikea. La cola hablaba por sí misma. «Merecerá la pena la espera», vaticinaba por entonces.

Dentro, disimulados nervios entre los empleados del nuevo Ikea, ataviados con camisetas amarillas en cuya espalda figura la palabra «Hej!», que significa ¡Hola! en sueco, y amplias sonrisas de los trabajadores y directivos de otros establecimientos de la multinacional sueca en España, sobre todo venidos de Andalucía. Una banda toca en directo jazz suave y se sirven cafés, zumos y algunas cosas para picar.

Cuando aún no son las nueve llega el turno de las intervenciones. La subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, y el primer teniente de alcalde de Armilla, Sergio Baena, quienes destacan las oportunidades de crecimiento, empleo y riqueza que Ikea genera para Granada.

Rafael Lobato, el director de la nueva tienda urbana de la firma nórdica, es muy explícito en su mensaje: «En Granada tenéis sol, playa y nieve. Os faltaba Ikea y aquí está», resalta. Ciertamente, es un final de trayecto para los muchos granadinos que la esperaban, teniendo en cuenta que se empezó a hablar de su instalación nada menos que en 2006.

Sobre la conveniencia de que Granada contara por fin con una tienda de Ikea habló su Área Manager, Alberto Fossati, un hombre que asegura «levantarse cada día feliz tras más de años en la empresa porque sé que estoy contribuyendo a que la gente tenga la casa de sus sueños».

Ese objetivo, subraya, está ahora más cerca de los granadinos. Y aporta un dato: el año pasado, 240.000 de los visitantes que tuvo el centro comercial de Ikea en Málaga procedían de la provincia de Granada.

Comenta también que Andalucía está en el punto de mira de Ikea y que por eso contempla una inversión de 113 millones en su plan de expansión hasta 2025. De esa cantidad, 11,3 millones se han destinado a Granada, donde se han hecho 80 de las 230 contrataciones para Andalucía en el referido plan.

Tras los discursos, algunos de los invitados se enfrentan a un reto marca de la casa: montar una silla. Es una mammut y el desafío es facilito, la verdad. «Hombre, tampoco los íbamos a poner a prueba», confiesa una trabajadora entre sonrisas.

El siguiente paso es visitar las instalaciones, 7.300 metros cuadrados de los que 3.700 son para exposición y venta. Es, puntualiza Lobato, una tienda «más compacta» que las de Málaga o Jerez, pero los enseres parecen estar más pegados unos a otros. La idea, presumiblemente, es que haya lo mismo que en otros sitios, o casi, pero agrupado en un espacio menor.

Fuera, la expectación es tremenda. En la cola se agolpan cientos de personas, probablemente más de mil. No sólo llenan el pasillo que conduce a la tienda –en dos filas separadas por un serpentín- sino que siguen, en fila, casi hasta una de las puertas de acceso al Nevada Shopping.

Vicky está tensa pero no preocupada. Le han dado un número que le garantiza que va a ser la cliente número uno, la primera en entrar. Un minuto antes de las diez, Rafael Lobato le pide que entre y le entrega un cheque regalo de 500 euros mientras la música vuelve a sonar, muchos trabajadores se abrazan y cae confeti del techo. Su noche de espera ha merecido la pena, como presagió.