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Los Goya, la lanzadera de Granada hacia la capitalidad cultural europea de 2031

El éxito organizativo de la gala y su repercusión nacional animan al ayuntamiento a redoblar su apuesta por ese objetivo, que apoyan todas las instituciones locales

La capitalidad cultural europea sería rentable para Granada y ayudaría a impulsar su economía

Representantes de instituciones y el director de la Academia de Cine posan en la gala de los Goya ep
Guillermo Ortega

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Cuando Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine, dijo en su discurso de los Goya que volvería a Granada en 2031 «cuando sea capital cultural europea», abundaron los murmullos en la sala de prensa. ¿Cómo, es que va a serlo y no nos hemos enterado?, venía a ser la pregunta de los periodistas llegados desde fuera. La afirmación de Méndez-Leite, de tan rotunda, se interpretó como un hecho consumado.

No es así. Optan a serlo Granada, Jerez de la Frontera, Toledo, Cáceres, Burgos y Las Palmas de Gran Canaria. Un comité de expertos de la Unión Europea hará una primera criba en el segundo semestre de 2025 y tomará su decisión final en 2027. Es decir, que aún queda un largo camino.

Pero, aunque es obvio que a Granada no le van a dar la capitalidad sólo por la alusión de Méndez-Leite, ni tampoco porque ese vaticinio en forma de afirmación lo escucharan y lo vieran en ese momento más de 2,3 millones de espectadores por TVE, sin duda es una ayuda. La gala de la trigésimo novena edición de los premios del cine español fue sin duda un escaparate magnífico.

Escaparate y espaldarazo a la candidatura granadina. Porque todo salió bien en el aspecto organizativo. Igual de bien o mejor que la cumbre europea que tuvo lugar en el mismo recinto, el Palacio de Congresos y Exposiciones, en octubre de 2023. Conclusión: Granada está preparada para citas de altura, de las que movilizan a miles de personas.

¿Se necesita eso para ser capital cultural europea? Por supuesto. ¿Hace falta algo más? También. ¿Lo tiene Granada? Pues algunas cosas sí y otras no. En su haber, encabezado por una Alhambra capaz de desequilibrar cualquier balanza, un excelente patrimonio cultural, histórico y artístico.

Comparaciones

Su fama mundial es otro punto a favor. También podría decir lo mismo Jerez, porque su vino se consume en los cinco continentes, pero si se mezclan en la misma ecuación fama y patrimonio, a ver quién saldría ganando en una hipotética competición. ¿Granada o Jerez? ¿Granada o Burgos y su impresionante catedral gótica? ¿Granada o Toledo y su riquísimo legado histórico?

Más elementos a tener en cuenta: la planta hotelera granadina, según un estudio de finales de 2024, consta de 156 establecimientos que ponen a disposición de los visitantes 14.880 plazas. A las que hay que sumar las 7.386 viviendas turísticas. Aquí las comparaciones no son una ciencia exacta porque las poblaciones de las distintas competidores difieren. Pero Jerez, con 213.616 habitantes censados (veinte mil menos que Granada) tiene 36 hoteles y unas cuatro mil plazas, mientras que Las Palmas, con 38.0.667 censados, dispone de 36.000 camas… en toda la isla.

Todos esos números cantan, como se cantan los de la lotería. Granada está dispuesta a pisar firme el acelerador. En la reciente edición de la Feria Internacional de Turismo, su apuesta fue claramente la capitalidad cultural. Y los Goya, acertadamente relacionados con lo anterior, como ahora se ha visto.

El gasto municipal en esa gala ha rondado los 3,4 millones de euros. El retorno económico, según se precisó en un estudio de impacto que hizo el Palacio de Congresos, es de 84 millones. La cultura, según un estudio de la Universidad de Granada publicado en enero de 2025 –a las puertas de los Goya, vaya casualidad- es rentable en Granada.

Porque la cultura, concluye ese estudio, compensa. Genera un impacto sobre la producción de 6.350,7 millones de euros, que triplica con creces el gasto inicial, lo que representa el 31,8% del PIB de Granada. En términos de renta, eso genera un impacto de 2.263,7 millones de euros, equivalente al 11,3% del PIB. Y en términos de empleo tiene un impacto global de 47.823 personas (13,6% del empleo total), por lo que se produce un efecto multiplicador del 2,95. La mayor parte de este impacto, unas tres cuartas partes del total, se enmarca en el sector servicios.

Puntos pendientes

En definitiva, el ayuntamiento lo tiene claro: hay que darle fuerte y sin pausa a la consecución del objetivo. Que será más accesible si otras administraciones arriman el hombro. Por ejemplo, está claro que el aeropuerto de Granada, con un solo vuelo internacional (a Amsterdam) y nueve conexiones dentro del país, no es un modelo de excelencia.

Lo cierto es que Granada nunca ha descollado en lo tocante a comunicaciones, ya lo advertían los viajeros románticos que pasaron por la ciudad en el siglo XIX. Una interesante exposición visible en el Cuarto Real de Santo Domingo así lo atestigua. Ahora sí hay conexión de alta velocidad con Madrid, aunque se planificó mal y en algunos tramos, como el de Loja, hablar de alta velocidad suena a chiste porque el tren no va a más de 40 kilómetros por hora.

Se están reclamando más conexiones y más rápidas con la capital. La variante de Loja, que aceleraría el viaje, puede no estar acabada para 2031. En cuanto a los vuelos internacionales, se habla de atraer a más aerolíneas, pero la competencia es grande y el aeropuerto de Málaga es gigantesco y se lleva la palma. Hablando de eso: ¿qué tal mejorar la conexión entre ese aeródromo y Granada, con autobuses-lanzadera? Para algunos granadinos significaría comerse el orgullo, pero igual merece la pena.

Un avión despega del aeropuerto de Granada, que tiene poca actividad antonio l. juárez

Tampoco va a dar tiempo a hacer una gran obra que sirva de señuelo (si es que esa es la palabra exacta) para los expertos que tienen que decidir la capital cultural. En su día se descartó el Palacio de la Ópera, que anunció a bombo y platillo la Junta de Andalucía cuando la gobernaba el PSOE y se iban a conmemorar los mil años del Reino de Granada. Aparte de un concurso de ideas que costó un buen dinero, no se hizo nada en el solar elegido.

Si no se puede hacer nada nuevo, algo que perdure en el tiempo y que sea la Obra de la Capitalidad, seguro que se puede y se debe mejorar la infraestructura cultural de la capital. Y la cultura incluye muchas actividades, como las que tienen lugar en un Parque de las Ciencias en decadencia, cada vez más deteriorado y con problemas organizativos. Eso también debe servir para sumar.

En Granada todo el mundo está implicado. La Universidad, un puntal que representa el 8% de su Producto Interior Bruto, tiene mucho interés porque, precisamente en 2031, cumple 500 años de existencia. Las administraciones aseguran que no van a poner palos en las ruedas. El cainismo, tan ligado a la ciudad en tantas ocasiones, apenas ha hecho acto de aparición. Nada está hecho pero las noticias apuntan a que, como el Cid, Granada cabalga.

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