Desarticulan en Granada una banda de timadores que amenazaba a hosteleros con cortarles la luz si no pagaban facturas de inmediato
Los estafadores llamaban a los hosteleros a la hora de más ajetreo y éstos abonaban creyendo que, si era un error de la empresa de electricidad, les devolverían el importe
Granada es la provincia andaluza donde más crece el número de estafas informáticas
![Vista general de Guadix, donde se realizaron las estafas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/12/Mirador2-Rjn1DYNHggpzPflm23ievnM-1200x840@diario_abc.jpg)
El mensaje de la empresa de electricidad era claro y contundente: o paga de inmediato la factura que tiene pendiente, o le cortamos la luz en menos de una hora. La empresa no existía, pero el grupo criminal que estaba detrás de esta estafa ... consiguió así cien mil euros. La Guardia Civil ha desarticulado a los seis integrantes de esa banda en una operación que han llamado 'Tec Apagon'. A los detenidos se les atribuye la autoría de al menos 60 delitos de estafa, de un delito de falsedad documental y de un delito de integración en grupo criminal.
La investigación comenzó en diciembre de 2021, cuando el propietario de un restaurante de la localidad granadina de Guadix denunció que había sido víctima de una estafa por una persona que decía que le cortarían la luz de manera inmediata si no abonaba una factura impagada de 1832,15 euros. Posteriormente, los agentes pudieron constatar que otro hostelero de la misma ciudad fue timado en esas mismas fechas con el mismo modus operandi, y que intentaron estafar a otros seis hosteleros más en los días siguientes.
Tras hacer un seguimiento del dinero estafado, los agentes pudieron constatar que detrás de las operaciones fraudulentas existía un grupo criminal «perfectamente estructurado», cuyo cabecilla era curiosamente el más joven, y que su base de operaciones estaba en la localidad madrileña de Ciempozuelos.
Los ahora detenidos contactaban con sus víctimas, exclusivamente hosteleros, al mediodía, a la hora de las comidas, justo cuando más clientes tenían en el establecimiento, y les advertían que, en menos de una hora se quedaría sin luz si no pagaban lo que supuestamente debían. El empresario, que a esa hora no podía contrastar con su banco o con su gestor dicho impago y ante la tesitura de quedarse sin electricidad, abonaba la factura, con la promesa por parte del que llamaba de que, si se trata de un error, le devolverán su dinero. Normalmente, todas las facturas supuestamente impagadas eran por un importe cercano a los dos mil euros.
Una estructura muy bien organizada
Los estafadores previamente habían conseguido todos los datos del establecimiento -titular, dirección del negocio y empresa que les suministra la electricidad- para ser más creíbles ante sus víctimas. En una ocasión, le reclamaron tres veces el pago de una factura a un mismo empresario de Guadix. Este realizó el pago por transferencia y volvieron a llamarlo dos veces más exigiendo el pago por tarjeta bancaria porque la transferencia no se había realizado.
Contactaban con sus víctimas a través de teléfonos móviles cuyas tarjetas SIM estaban a nombre de terceras personas, a los que les habían usurpado sus datos y que nada tenían que ver con la organización. Dichas tarjetas eran suministradas por tres locutorios madrileños cuyos propietarios formaban parte de la organización desarticulada.
Por otra parte, otros dos de los integrantes de esta organización se encargaban de captar 'mulas', personas con problemas de drogadicción a los que habían convencido, previo pago de una pequeña cantidad de dinero, para que abriesen cuentas bancarias a su nombre y las cediesen a este grupo criminal. En dichas cuentas acababa posteriormente el dinero estafado.
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