Los bancos públicos de Granada donde uno se siente y se sienta a 20 grados por mucho frío que haga
Los cinco primeros se han instalado en Monachil, cerca de la estación invernal de Sierra Nevada, y además de dar calor consumen poca energía
La empresa que los fabrica, especializada en el hormigón, se plantea dar el salto al mercado internacional porque hay países donde hace más frío y serían más útiles

El pueblo granadino de Monachil está a 800 metros de altitud y cuando hace frío, lo hace de verdad. Este lunes 4 de diciembre, por ejemplo, el termómetro sólo subió hasta los nueve grados, y a primera hora de la mañana apenas llegaba a ... los cinco. En circunstancias así, sentarse en un frío banco en una plaza pública no parece la mejor de las ideas.
Pero alguien ha pensado en eso de que a grandes males, grandes remedios. Ha sido la gente de Prefabricados San Blas, una empresa de otro municipio granadino, Dúrcal -que tampoco es precisamente un ejemplo de sitio cálido cuando llega el invierno- que se dedica a trabajar con el hormigón.
En 2022, a alguien de allí dentro se le encendió la bombillita. No se trataba de renunciar al hormigón sino de hacerlo más... habitable, por decirlo de alguna manera. La forma más sencilla consiste en conectarlos a la red eléctrica y conseguir así un efecto muy similar al de los suelos radiantes.
El primer pedido llegó de Monachil, en cuyo término municipal, pero bastante más arriba -a 2.100 metros de altitud- se ubica la estación invernal de Pradollano. Son cinco bancos calefactados que se han instalado en una plaza pública, llamada Maribel, donde hay un hotel con el mismo nombre.
Aunque les han salido algunos detractores, pocos en realidad, que argumentan que este tipo de mobiliario urbano puede recalentar el ambiente, lo cierto es que por ahora la experiencia está siendo bien acogida. Quien se siente ahí tendrá la sensación de que se encuentra a veinte grados, aunque esa es la sensación térmica, porque el banco puede alcanzar hasta los 35.
Otra ventaja, y esto lo han resaltado desde el ayuntamiento, que es quien costea el invento, es que el consumo de electricidad es bastante razonable: cada uno de los cinco bancos gasta unos 200 watios, que viene a ser lo que unas pocas bombillas caseras.
De momento sólo están disponibles esos cinco asientos térmicos, más prácticos a todos los efectos que ir por la calle con una bolsa de agua caliente para sentarse sobre ella cuando el cuerpo pida descanso. Pero en Prefabricados San Blas son optimistas. No sólo están pensando en el mercado español sino también en ampliar sus miras al extranjero. En países como Austria, Suiza o Noruega, después de todo, cinco grados en invierno es casi calor.
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