Dos terceras partes del monte andaluz están en manos privadas
La Junta dotará al Plan Forestal Andaluz 2030 que se aprueba este martes en Consejo de Gobierno con 1.830 millones en los próximos cinco años
Despoblación, cambio climático, grandes incendios y plagas son las principales amenazas de los bosques de la región
Las 32 especies invasoras y plagas que amenazan al monte de Andalucía
![Imagen de la Sierra de Cazorla, en la provincia de Jaén](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/11/20/sierra-cazorla-bosque-RunLQoVkdBh3MXSbWEK4Q7K-1200x840@abc.jpg)
Más sombras que luces se ciernen sobre el monte andaluz según el diagnóstico realizado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía: aumenta la despoblación del mundo rural, los efectos del cambio climático son incontestables, los ... grandes incendios forestales arrasan con todo y las plagas y especies invasoras —hasta 32 se han identificado—, no dan tregua.
Para combatirlas, ha diseñado el Plan Forestal Andaluz Horizonte 2030, que se aprueba este martes en el Consejo de Gobierno y para el que se prevé una inversión de 1.830 millones de euros en los próximos cinco años a razón de una media de 366 millones anuales a partir de 2024. El objetivo es que, además, sea motor de cambio hacia nuevos modelos de gestión forestal sostenible.
Según dicho diagnóstico, los montes públicos andaluces suman los 1,20 millones de hectáreas frente a los casi 3,5 millones de propiedad privada. El estudio constata una evolución positiva en la superficie forestal privada. En el caso de los montes públicos, se abunda, el aumento ha sido «notable».
El estudio de la Consejería desvela, en síntesis, una evolución «ligeramente recesiva» de la superficie forestal, con hasta 30 ecosistemas forestales diferenciados en base a la vegetación dominante y la dehesa de encinas como el sistema arbolado más frecuente.
200.000 hectáreas arrasadas por el fuego
También confirma un incremento de la superficie arbolada aunque la arrasada por incendios forestales supera las 200.000 hectáreas entre los años 2000 y 2020. Aunque la superficie media afectada por estos incendios disminuye y el número de incendios también, han aumentado los de envergadura y tras el 74% está la actividad humana. En el lado positivo: cobra protagonismo el ganado como herramienta para prevenirlos.
Se confirma que los efectos del cambio climático son ya constatables en los sistemas forestales andaluces y que la estimación de pérdidas actuales de suelo «se aleja de la situación ideal, con valores por zonas no tolerables. Esto repercute negativamente en la productividad de los suelos y el mantenimiento de la biodiversidad», se señala. Además, las masas forestales, afectadas por los procesos globales de cambio climático son más susceptibles a enfermedades y plagas.
En el lado positivo de la balanza, se consolida y desarrolla progresivamente la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía con la designación de nuevos espacios protegidos y se han identificado ya hasta 231 tipos de hábitats de interés comunitario.
Esta es la hoja de ruta del Gobierno andaluz
Para mejorar la situación, el Plan Forestal Andaluz 2030 establece hasta 17 objetivos generales, como controlar la erosión y la desertificación; proteger los recursos hídricos continentales y la corrección hidrológico-forestal; ir hacia la adaptación al cambio climático mediante una gestión forestal sostenible; la gestión de los ecosistemas forestales como sumideros de CO2; la conservación de las funciones ecológicas y protectoras de las masas forestales y su biodiversidad; y la mejora de la infraestructura verde y la conectividad ecológica.
La hoja de ruta incluye la defensa contra incendios forestales potenciando los aprovechamientos como herramienta preventiva; la defensa frente a plagas, enfermedades, especies invasoras y otros agentes nocivos; la defensa del patrimonio forestal y de las vías pecuarias; la mejora de la planificación forestal y cinegética simplificando modelos de gestión más sostenible; la compensación económica de los servicios que el monte provee al conjunto de la sociedad como garantía de su conservación; el impulso de los recursos forestales renovables y la promoción del tejido industrial y comercial de productos forestales andaluces, implementando la bioeconomía y la economía circular.
Impulsar al progreso socioeconómico de las áreas rurales favoreciendo el empleo forestal de calidad y promoviendo figuras asociativas de propietarios, empresas y profesionales, y el fomento de la formación, la investigación forestal y la innovación tecnológica son el resto de los objetivos.
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