Hazte premium Hazte premium

Desde Simblia

Turbio panorama

De los Juegos Olímpicos al Mundial: el poderío económico chino es mucho más temible que el dinero catarí

José Calvo Poyato

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No levantamos cabeza desde el año 2008, cuando las hipotecas subprime, conocidas como hipotecas basura, que llevaron a una actividad fraudulenta y la quiebra de Lehman Brothers, lo que desató una crisis bancaria que se llevó por delante buena parte del sistema financiero. El Estado hubo de salir al rescate de los bancos, que ahora agradecen ese dinero que salió de nuestros bolsillos, haciéndonos soportar largas colas a la intemperie o imponiéndonos una banca digital que crea numerosos problemas a los usuarios, incapaces de valerse por ellos mismos en el uso de la digitalización.

Luego llegaron, ante la galopante corrupción que manchaba a los dos partidos del bipartidismo -la Gurtel del PP y los ERE del PSOE- los populismos de extrema izquierda con Podemos y de extrema derecha con Vox, que han creado no pocos problemas para una gobernabilidad estable.

Más tarde apareció la pandemia del llamado Covid-19, algo inesperado para los países desarrollados que se consideraban inmunes a este tipo de contagios que asolan al mundo subdesarrollado, que todavía colea. Nos enclaustró, atemorizó y nos dejó marcados. Los efectos sobre nuestra economía, con el turismo bajo mínimos, fueron demoledores y la caída del PIB fue de más del diez por ciento. Todavía no hemos recuperado los niveles que había antes de que la enfermedad nos atacase.

Por si todo eso no era suficiente, Putin y sus ansias imperialistas, llenas de nostalgia soviética, invadió Ucrania en febrero de este año, pensando que, como ocurrió cuando se apoderó de Crimea, la invasión sería un paseo militar. El autócrata del Kremlin se equivocó y en Ucrania la guerra y sus terribles secuelas se prolongan ya más de nueve meses y sus efectos, más allá del sufrimiento de los ucranianos, sobre la economía mundial han sido devastadores.

A la inflación, que ya afectaba a las economías desarrolladas de Occidente, se sumó la crisis bélica y los precios de la cesta de la compra se han disparado, al igual que el precio de la gasolina o el de la electricidad.

Hasta la celebración del mundial de fútbol en Catar -una verdadera «genialidad», acompañada de sobornos, de la FIFA-, que suele subyugar a grandes masas de población, se desarrolla en medio de la polémica por los miles de muertos en la construcción de las infraestructuras y la falta de los mas elementales derechos humanos que imperaran en el pequeño y rico país que ha comprado voluntades para ser la sede de un campeonato del mundo.

Ahora, con no poca hipocresía, se airea la falta de derechos civiles, cosa de la que apenas se habló cuando China, otro país donde los derechos humanos brillan por su ausencia, organizó los Juegos Olímpicos. El poderío económico chino es mucho más temible que el dinero catarí.

Ante este turbio panorama lo único que en Córdoba nos reconforta es la temporada que, al menos hasta el momento, lleva el Córdoba C.F. El domingo pasado frente al Linares el Arcángel presentaba el aspecto de las grandes ocasiones. Casi lleno, más de dieciocho mil espectadores en las gradas, todo un récord para la categoría de Primera de la Real Federación Española de Futbol. Partido jugado de poder a poder y remontada, a base de buen juego, en la segunda parte, del equipo cordobés.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación