Contaminación
Toallitas, aceites usados, detergentes... Lo que se tira al WC que puede llegar al Guadalquivir
Cuando el sistema de saneamiento se desborda por fuertes lluvias, los desagües acaban 'vomitando' todos los residuos que circulan por el alcantarillado
¿Quién va a limpiar la isla de toallitas de baño que ha aparecido en el Guadalquivir?
![Tapón provocado por toallitas higiénicas en una imagen de archivo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/01/20/TOALLITAS-ATASCOS-IMAGEN.jpg)
La isla de toallitas de baño que ha 'emergido' en el Guadalquivir, bajo el Puente Romano, es solo la muestra más visible de los residuos que llegan al río por la falta de civismo e irresponsabilidad ciudadana que, en muchos casos, utiliza los desagües como basurero.
Los vertidos de industrias a saneamientos públicos tienen que seguir una estricta normativa, pero las aguas residuales domésticas escapan de todo control, salvo la prohibición expresa en las ordenanzas de que los desagües se empleen como sumideros. En este caso, el compromiso con el medio ambiente recae en cada hogar.
La Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) invierte todos los recursos de que dispone para filtrar estos vertidos. Según apunta Rafael Marín, jefe del subárea de Control de Calidad, la empresa «lleva a cabo revisiones sistemáticas de los más de 60 aliviaderos de la red de saneamiento que existen en la ciudad, retirando estos residuos antes de que lleguen al río».
No obstante, a veces se registran roturas en la red, o en temporada de lluvias, el sistema de saneamiento puede acabar por desbordarse y, para evitar un colapso, acaba 'vomitando' todo lo que circula por el alcantarillado.
Los restos sólidos que se tiran en wc y desagües, como las toallitas higiénicas o los bastoncillos, el 'monstruo de las alcantarillas', representan, según apuntan desde Emacsa, uno de los problemas más graves «tanto en la funcionalidad de las instalaciones como en el encarecimiento del mantenimiento del sistema de depuración». Estos residuos pueden quedar atrapados en el colector y, con el tiempo, generan acumulaciones y tapones de considerable tamaño.
![Toallitas, aceites usados, detergentes... Lo que se tira al WC que puede llegar al Guadalquivir](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/01/21/emacsa-obras-cordoba-kvBH--624x350@abc.jpg)
Según Marín, estos desechos provocan roturas en la red, atasco de equipos de bombeo y malos olores por putrefacción, especialmente en verano.
Al año, Emacsa retira 10.000 kilos de toallitas, que le generan un gasto extra de un millón de euros. La norma 14.002 del 2019, que diferencia los productos que se pueden tirar por el inodoro de los que se deben verter en la papelera o en la basura, parece no haber resuelto el problema. El impacto ambiental de las toallitas es múltiple, puesto que contribuyen a la dispersión de microplásticos cuando se disgregan en el agua residual.
Sobre la acumulación de toallitas en el río Guadalquivir, Marín apunta que se da en «la zona de sedimentación natural de la margen derecha del meandro existente», y estas acumulaciones, «valorando las medidas prácticas aplicadas por Emacsa, puede deducirse que tiene en un porcentaje mayoritario un origen aguas arriba de la ciudad de Córdoba», explica el técnico.
Otro de los residuos que no dejan de dar quebraderos de cabeza a los responsables de Emacsa son los aceites de fritura y grasas alimentarias agotadas, que no solo se vierten en los desagües de los hogares cordobeses, sino también en hoteles, restaurantes o comedores comunitarios, y que también pueden llegar al río.
Un litro de aceite contamina 40.000 de agua
Según apuntan desde Emacsa, estos aceites, unidos a los restos de detergentes y jabones domésticos, pueden llegar a producir en zonas de los colectores con bajas velocidades de flujo (por tener poca pendiente o estrechamientos) las llamadas 'bolas de grasa', que son capaces de generar atascos y roturas.
El responsable de Control de Calidad apunta que Emacsa, siguiendo las indicaciones del Ayuntamiento de Córdoba, «está acometiendo una campaña de sensibilización de la mano de las principales asociaciones de restauración y hoteleras de la ciudad, al objeto de potenciar las prácticas ambientalmente limpias en este sector: recogida de aceites usados por gestores autorizados y minimización de vertidos puntuales ocasionales de aceites al alcantarillado. Pensemos que un litro de aceite usado contamina más de 40.000 litros de agua».
También pueden alcanzar las redes de alcantarillado biociocidas y fitosanitarios utilizados para la desinfección, desinsectación y desratización en general, de los cascos urbanos, y en particular, para hostelería, centros de enseñanza o sanidad. Y, por supuesto, restos de detergentes y jabones, con los que «poco podemos hacer, pues una gran mayoría están ligados a nuestra higiene personal y a nuestras prácticas habituales en nuestros domicilios (preparación de alimentos, limpieza del hogar, etc.)», señala Marín.
Según apuntan desde Emacsa, además de estos vertidos, los residuos que suelen atascar las alcantarillas de la capital son arrojados con premeditación y sin reparar en los graves problemas que pueden ocasionar. «Nos hemos llegado a encontrar hasta escayolas », apunta Marín, que añade que «lo más extraño que hemos hallado fueron dos crías de hipopótamo». En este caso, nadie los lanzó al wc y tiró de la cadena: «Se ve que se colaron por algún desagüe en el Parque Zoológico de forma accidental, y llegaron hasta la depuradora», explica el técnico.
la regla de las tres «p», es decir, lo único que debe ir al water es «pipí, popó y papel»,
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