La Virgen de Araceli, patrona de Lucena, vuelve a la Sierra de Aras

La de cada primer domingo de junio no es una fecha cualquiera para los lucentinos. Esa cita esta marcada en rojo para todos los devotos aracelitanos. Es el momento para devolver a María Stma. de Araceli a su reinado sobre el campo andaluz que se domina desde su Real Santuario, en lo más alto de la Sierra de Aras . Es una jornada de tristeza, porque la Virgen deja la ciudad tras algo más de un mes de estancia en la parroquia de San Mateo , pero también de satisfacción, por los momentos vividos junto a la Patrona de Lucena, y como fiesta se vive en la entrañable Romería de Subida .

La jornada se iniciaba a las 7 de la mañana con la tradicional misa de romeros en la iglesia de San Mateo, presidida por el Rvdo. David Aguilera Malagón, Vicario Episcopal de la Campiña y en la que intervino el coro aracelitano «La Buena Gente» .

Sobre el altar mayor de la parroquia se situaba el trono romero de la Virgen. Este año la cuadrilla de santeros estaba mandada por José Luis Crespillo , como manijero de un grupo de hombres integrado por miembros de la Cofradía de La Paz y Amor .

La celebración religiosa y la posterior procesión contó con la participación de la Corte Aracelitana , cofradía, la corporación municipal y multitud de fieles devotos.

La salida desde San Mateo o la despedida de Lucena, junto a la Puerta de la Mina , volvieron a marcar algunos de los momentos más emotivos de la romería, que luego se ampliarían camino de la sierra en una jornada de convivencia en la que pesa la nostalgia y el recuerdo de los buenos momentos vividos durante las aún recientes fiestas patronales, sobre todo entre la Corte Aracelitana, presidida por Elvira Cruces Vera como Aracelitana Mayor , e integrada por Araceli Díaz, Araceli María Egea, Tania Frías, Araceli María Lara, Araceli López y Araceli Montilla , así como para las cuadrillas de santeros que han tenido el honor de pasearla en sus distintas procesiones.

Decenas de carrozas de peñas, grupos de amigos y asociaciones y numerosos devotos acompañaron a la Virgen en el camino de vuelta a su Santuario , desde cuyo altar seguirá velando por todo el pueblo aracelitano y el campo andaluz hasta la próxima cita con la ciudad.