COMERCIO
Simago (y sus pollos) cumplirían cincuenta años en Córdoba este año 2022
La cadena abrió su establecimiento en Jesús y María, para el que el Pleno ha rechazado el cambio de usos, este septiembre
El voto en contra de la izquierda y la abstención de Vox tumban la operación urbanística de Simago en Córdoba
Simago , y sus pollos , cumplen cincuenta años en Córdoba . O los cumplirían si no hubiera desaparecido de la ciudad en 1997 . La firma comercial , que puso en la capital el molde de las compras en grandes superficies junto a Galerías Preciados , que le precedió, inauguró su tienda en la calle Jesús y María , la de la cervecería El Correo, el 28 de septiembre de 1972 , más de una década después de que la fundara en Madrid Germán López y Pérez de Castrillón .
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Simago , o lo que era Simago , está de actualidad no solo por el medio siglo que va a hacer desde su establecimiento en la capital, sino porque el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba ha rechazado este enero de 2022 el plan, impulsado por El Corte Inglés (que tenía en él su centro de Oportunidades ) para que pasara de sus usos comerciales a otros como los hoteleros o residenciales .
La inauguración oficial fue el 28 de septiembre de 1972 y en vista del enorme éxito popular que la cadena cosechaba ya (hasta se hizo una canción sobre ella con la tonada de 'Palomitas de maíz '). La firma optó por extenderse a todo el país, con 34 establecimientos casi de golpe y porrazo, y a Córdoba le tocó en suerte un establecimiento, que en 1986 cambió de manos (lo adquiere el Grupo March ) y en 1990 pasó al grupo asiático Dairy Farm International Holding. Siete años después el conocido nombre deja de aparecer con grandes letras rojas para rebautizarse como supermercados Champion , de Continente .
Simago , cuando llegó a Córdoba , se convirtió en rival directo de Galerías Preciados y acercó a los ciudadanos una forma de realizar sus compras que no se parecía a la de los artículos al detalle que imperaba en el Centro de la ciudad y en los barrios con más pulso comercial.
Además de la diversidad de los artículos , que iban desde el textil a los electrodomésticos pasando por la alimentación y el deporte , una gran novedad fue la forma de atender a los clientes, que podían moverse con libertad entre planta y planta y consultar a los dependientes si tenían alguna consulta que hacer.
Comprar se convirtió entonces, en esa Córdoba del final de la dictadura de Franco en la que la calle Jesús y María tenía tráfico, en una forma más de ocio. De aquello hace medio siglo: y diez desde que El Corte Inglés cerró el establecimiento que albergó a los pollos con peor fama del planeta Tierra .
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