PASAR EL RATO

Palabras de más

La infame acusación de Pedro García, que tildó de genocida a José Cruz Conde, no ha logrado justificar su nefasta gestión

El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Córdoba, Pedro García Valerio Merino

25/06/2019 a las 08:18h.

Palabras de más, pensamientos de menos. De oradores vamos hoy. Hace pocos días se constituyó en Córdoba el nuevo Ayuntamiento . Se dijeron cosas. Dos discursos se alzan sobre los demás en la cima de la superfluidad. A uno le fascinan los oradores sin ... pudor, cuya retórica política o académica puede resumirse de este modo: alabanza de sí y menosprecio del resto. ¡Oh afortunada Córdoba, que has nacido a la modernidad siendo yo alcaldesa! Desarrollando esta idea singular, la señora Ambrosio vino a decir que antes de que ella llegara, los cordobeses vivían en cuevas, se alimentaban malamente de lo poco que podían cazar con hachas de sílex, y ofrecían sacrificios humanos a sus dioses. En el preambrosiano, la esperanza de vida en Córdoba no llegaba a los cuarenta años . Y eso, siendo de derechas. Ella nos trajo el fuego, la rueda, las carreteras, el ferrocarril, los antibióticos, y una incapacidad ilimitada para ruborizarse por sus intervenciones públicas. ¿Quién se acuerda a estas alturas de la ex alcaldesa y sus logros? Ni siquiera una placa o un reloj le ha regalado su partido para despedirla. «Después de todo, todo ha sido nada». Hay que leer más al gran José Hierro y menos al pequeño Mayor Zaragoza .

El pensador del extinto gobierno municipal, el señor García, sostuvo en su discurso de despedida del poder que defenderá un «modelo de ciudad antagónico» del que proponen los nuevos gobernantes. Sostiene García, pues, que él va hacia una Córdoba sucia, pobre, inculta y caótica . Que es lo contrario de lo que proponen el PP y Ciudadanos. De qué le sirve al hombre pasar por la Universidad si no es para incrementar su vocabulario y aprender a usarlo con precisión.

Pero donde su inteligencia lingüística y su calidad humana alcanzan niveles sublimes de ridículo es en la acusación de genocidas a los señores que han perdido calle en Córdoba. Hace más de un año ya había atribuido a José Cruz Conde , por ejemplo, la participación en un genocidio . Decir eso es una necedad acorde con un vocabulario de sobremesa. Como el señor García es comunista y licenciado en Historia, debemos dar por supuesto que sabe de qué habla cuando habla de genocidio. El filósofo Gabriel Albiac , reciente Premio Mariano de Cavia de periodismo , también sabe cosas y las sabe decir, aunque con distinta intención, porque se quitó del comunismo. Tiene escrito Albiac: «La revolución rusa de 1917 fue sólo el nombre solemne de la mayor matanza en la historia de los hombres. El estalinismo asesinó a veinte millones de personas ». Estudios históricos solventes atribuyen al comunismo la muerte de más de cien millones de personas. Equivalente a la suma de las poblaciones de España y Francia. Una cifra redonda para la memoria histórica, incluso para la memoria simple. Fácil de recordar.

Hasta donde la memoria alcanza, todo parece indicar que los memoristas, memoriosos y memorialistas no han hecho más por Córdoba de lo que hizo José Cruz Conde, por ejemplo. Y la infame acusación de genocida hace mucho ruido, pero no logra justificar la mediocre gestión municipal del acusador, retribuida con el dinero de todos los cordobeses. En alguna parte he escrito que cada uno debe dedicarse a fracasar exclusivamente en aquello para lo que se ha preparado, y así no añadimos confusión al paisaje. Hay que dejar la política a los que saben de eso, y no darle al pueblo la lata con ínfulas doctrinales. ¡A la Arqueología, García, a la Arqueología!