Puerta giratoria
Cuestión de Estado
Pedro García, que no yerra al frente de Urbanismo o Turismo, desvía su responsabilidad a las políticas estatalaes
![Pedro García, durante la última entrevista con ABC Córdoba](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/andalucia/2019/05/24/s/pedro-gacia-cordoba-k9rB--1248x698@abc.jpg)
Al final del mandato municipal, Pedro García señala a los funcionarios locales como culpables de todos sus desaciertos al frente de la Gerencia Municipal de Urbanismo . Lo hace con permiso de los sindicatos, edificando un «bay-pass» para poner a salvo ... la imagen de los empleados. Señala al Estado como verdadero culpable, sacando de la chistera un concepto elástico, sufrido y etéreo. García realiza el «bay-pass» correcto, no sois vosotros, es el Estado, para poner a salvo su honorabilidad y de paso ahorrarse disgustos con las centrales sindicales, que a horas para la cita con las urnas son la tabla flotante donde se sube cierto voto de izquierda a punto de naufragar. Pero son los trabajadores en nómina los que soportan cierto escarnio , no los ausentes, esos que el Estado no libera para la causa.
Cuesta imaginarse a los empleados municipales de la avenida Medina Azahara asintiendo ante tal afirmación, rubricando las palabras que los deja en parte al descubierto en su capacidad técnica y administrativa o consolando al dirigente ante la imposibilidad de aumentar presupuesto por el ajuste presupuestario. Saben que el foco mediático sobre su diligencia les ha hecho mucho daño, sobre todo a muchos, de mucha más formación técnica y jurídica que su jefe político, que han gastado horas en intentar conciliar su competencia profesional con indicaciones políticas hasta bordear el síndrome del trabajador quemado.
Estamos acostumbrados a que los políticos no se equivoquen y que cuando rozan el error flagrante desvíen responsabilidades a otros. Esta vez tirando de metonimia, según el razonamiento de Pedro García el descalabro de su gestión es por falta de personal ( ninguna novedad sobre el argumento sostenido durante cuatro años), también con el añadido contumaz de la gestión heredada del PP , que no falte. La creatividad en los argumentos debería revisarse en manuales de asesoría interna. Si es falta de personal, si es herencia, ¿ qué hará con la suya propia si es que la aritmética en un lance le concede cuatro años más de gestión?
Palabras como Estado, que con sus límites y leyes no calculan el número de efectivos necesarios para sofocar el incendio diario de la lentitud y la falta de respuesta al ciudadano , acuden a su discurso a modo de elevación insustancial. Lo ha invocado el presidente, convencido de que en el ente abstracto e impersonal se diluyen cuatro años de ineficacia manifiesta. Cuatro años de gestión revisados en una poderosa entrevista de Baltasar López donde las palabras al granel del candidato de IU revelan un escaso conocimiento de qué significa someterse a preguntas en favor del derecho a la información de todo ciudadano. Para eso no hay que estar de acuerdo con el entrevistado, porque es la honestidad y el argumento sólido e irrefutable el que da forma a la verdad, y no la sucesión de frases chuscas, maleducadas e impropias de un dirigente político que aspira a seguir viviendo de esto.
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