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Agricultura

La sequía y la menor demanda ralentizan el crecimiento de la almendra en Córdoba

Con respecto al ejercicio anterior, la superficie cultivada ha experimentado un crecimiento del 10 por ciento

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Una plantación de almendros en flor en el Valle del Guadalquivir con la Sierra Morena cordobesa al fondo Valerio Merino

P. C.

Córdoba

Hace ya algunas semanas que concluyó la campaña de recogida de la almendra en Córdoba y las estimaciones de cosecha son algo mejores que las correspondiente al año pasado debido fundamentalmente a que han entrado en producción nuevas plantaciones para esta temporada, que dio comienzo a mediados de agosto.

Sin embargo, los rendimientos se han visto seriamente reducidos, como ha ocurrido con la mayoría de los cultivos, como consecuencia de la sequía, las menores dotaciones de agua y las olas de calor registradas en verano. Pese a ello, este fruto seco se sigue consolidando en el escenario agrario de la provincia, algo que viene ocurriendo desde hace varios años al ser un alimento con una buena rentabilidad. No obstante, hay voces dentro del sector que ya vislumbran un menor crecimiento de las explotaciones dedicadas a la almendra por la caída de la demanda a nivel mundial.

Las estadísticas oficiales certifican la mayor presencia de este producto en Córdoba este año. Según los datos publicados por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en 2022 se contabilizaban un total de 14.005 hectáreas frente a las apenas 400 que se sembraban hace una década. Con respecto al ejercicio anterior el incremento ha sido de 1.307, lo que representa un alza relativa del 10,3 por ciento.

Las explotaciones dedicadas a este alimento se distribuyen en la provincia por todo el Valle del Guadalquivir en municipios como Posadas, Almodóvar del Río, El Carpio o Villa del Río, entre otros, aunque también se encuentran en localidades del Sur como Santaella o Puente Genil.

Sin embargo, las plantaciones que realmente están sacando al mercado este fruto seco en Córdoba suman unas 9.158 hectáreas, según las cifras aportadas por Cooperativas Agroalimentarias, Asaja, UPA y COAG, por lo que el potencial de crecimiento de este cultivo sigue siendo muy importante, aunque no en el mismo nivel que años atrás. Según los expertos consultados por ABC, estas fincas tardan entre tres y cuatro años en generar su primera cosecha tras una inversión importante que ronda entre los 15.000 y los 20.000 euros.

Valoraciones

El responsable de la sección de Almendra de la firma carloteña Dafisa, Javier Carrasco, informó de que, en su caso, la producción se ha incrementado un 10 por ciento «al haber más explotaciones dando cosecha. Sin embargo, la falta de lluvias y las altas temperaturas, sobre todo en el último mes y medio antes de que comenzase la recogida, han afectado a la calidad del fruto al dificultar su desarrollo, algo que ha sido más evidente en las plantaciones más maduras».

Desde su punto de vista, este cultivo seguirá aumentando su presencia en Córdoba, pero sus previsiones son que el ritmo de crecimiento será menor que hasta ahora por «el estancamiento de la demanda que se está produciendo a nivel mundial, ya que, al no ser un alimento de primera necesidad, las familias priorizan otros productos en su cesta de la compra en las actuales circunstancias marcadas por la fuerte inflación y los sobrecostes de la energía». A su juicio, esto puede provocar que haya agricultores que se replanteen su apuesta por este cultivo.

Por su parte, el gerente de CLV Agro (empresa de asesoría a los agricultores), Francisco López, calcula que la recolección de almendras se ha podido ver mermada este año entre un 30 y un 40 por ciento por la baja pluviometría y las altas temperaturas estivales. Al igual que el representante de Dafisa, este directivo confía en que la superficie sembrada continuará subiendo a corto y medio plazo, pero «las nuevas plantaciones se están ralentizando ante la incertidumbre que existe en el campo por la sequía». Asimismo, aludió a la competencia actual del aceite de oliva, con precios muy parecidos. Su previsión es que se podrían alcanzar entre las 20.000 y las 25.000 hectáreas en el próximo lustro.

Los precios han estado marcados por la estabilidad. La mayoría de las variedades han experimentado leves bajadas interanuales de sus cotizaciones que han rondado entre el 3,5 por ciento de la soleta y el 7,3 por ciento de la comuna, mientras que la belona ha registrado un encarecimiento del 5,5 por ciento.

«El mercado y la demanda están muy parados, además de que Estados Unidos, que es el principal dominador de este sector en el mundo, inició su campaña con un elevado estocaje de existencias al contabilizar una cosecha récord», según analizó López.

Por su parte, el director general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, reconoció que «existe una gran incertidumbre en los mercados internacionales, pero la calidad de nuestras producciones está permitiendo que la almendra española se siga abriendo hueco».

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