Hazte premium Hazte premium

Pasión en Córdoba

La Virgen del Carmen, la flor blanca y bella que adorna Córdoba

Las procesiones de San Cayetano, de cuya recuperación se cumplen 25 años, y la de Puerta Nueva siembran la alegría en las calles

Procesiones de la Virgen del Carmen en Córdoba: itinerarios, horarios y novedades

El palio de Nuestra Señora del Carmen de San Cayetano, durante su procesión del martes Rafael carmona
Julia García Higueras

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Blanca, bella y resplandeciente como una flor en todo su apogeo. La Virgen del Carmen se mostró así este martes ante una legión de devotos, como marca la tradición.

Dos procesiones surcaron las calles como acontecimientos felices del 16 de julio. En ambos casos las rosas blancas adornaron los pasos de ambas imágenes, a tono con los delicados rostros.

Fue una tarde noche de escapularios, lucidos una vez más como signo de devoción a la Virgen del Carmen y símbolo de su protección. La tarde se abrió en el convento de San Cayetano repleta de detalles y estrenos en torno al 25 aniversario de la recuperación de esta histórica procesión en la ciudad.

Custodia de las gentes del mar e intercesora de las almas del Purgatorio, salió a las calles la Virgen con un extenso cortejo, repleto de juventud, que deslumbró buscando bellos enclaves, jardines y plazas.

El palio que se fue forjando a base de fe con el empuje del padre carmelita Juan Dobado y que logró recobrar la pujanza devocional arropado por el convento, los devotos, el colegio y los cofrades en su momento avanzaba elegantemente guiado por Luis Miguel Carrión 'Curro'.

La peana de plata se vio restaurada, y las rosas blancas, algunas de pitiminí, y hoja con destellos plateados derrochaban pureza por las bodas de plata de la procesión que celebraba la archicofradía.

Esta advocación tan querida en el colegio que lleva su nombre es faro para todos los estudiantes, también para los que sufren acoso escolar. Las dos marías más próximas a la Virgen eran ofrenda de la asociación Mia.

Y llegaron las petaladas, una al pasar por la Torre de la Malmuerta y la otra en el pasaje de la Estrella, que pintaron de colores y fragancias esta procesión. Fue, además, una jornada de estreno: la banda del Carmen de Salteras interpretó por primera vez en la Cuesta de San Cayetano la marcha procesional 'El Carmen', compuesta por el músico Alfonso Lozano, director de la banda de la Esperanza de Córdoba. La obra, fiel a su estilo, es la decimosexta en su producción. Después sonó también en el pasaje de la Estrella.

El resto del repertorio tuvo más dosis de sabor cordobés con Gámez Laserna y Walls. Como es habitual en el cortejo fue el paso con Santa Teresa de Jesús, adornado con coloridas flores en tonos gualdas para subrayar el corazón apasionado de la fundadora de la Orden y Doctora de la Iglesia, acompañado por la música del quinteto Gregis Mater.

Las Coplas a la Virgen del Carmen volvieron a escucharse cantadas por el coro en la plaza del Conde de Priego ante el azulejo de la Virgen y la escultura de Manolete, así como en la entrada mientras sube la Cuesta de San Cayetano.

Los pendientes de la Marquesa de Benamejí los lució, así como otros estrenos muestra de devoción. Llevaba el Hábito Rico, del siglo XVIII, con incrustaciones en plata, la capa de las Adoratrices de los años 40, y dos mantillas de encaje de Bruselas, y el Niño vestía un traje de seda color rojo coral, tremendamente vistoso.

Puerta Nueva

Exactamente a la misma hora, las nueve de la tarde, se puso en camino la Virgen del Carmen desde la parroquia de Puerta Nueva. Dejaba atrás su templo con las impresionantes pinturas de Valdés Leal para regalar toda su belleza en su discurrir por las calles del Casco histórico.

Guiada por el capataz Juan Manuel Cabello por segundo año consecutivo, llevó de nuevo las marchas de la banda de música Tubamirum de Cañete de las Torres. Cautivó los corazones sobre el paso del Corpus Christi de la hermandad de Ánimas, y fue depositaria de numerosas oraciones. Su estrella es fiel guía en los momentos de mayores dificultades durante todo el año.

También fue blanco su exorno floral: numerosas rosas de este color iban dispuestas en friso y en jarras, así como gladiolos en las esquinas que engrandecieron la presencia de la Madre del Monte Carmelo.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación