La Cuaresma en ABC
El sacerdote en los cultos de las hermandades de Córdoba: «La respuesta me llena de esperanza»
Juan José Romero Coleto habla de cómo prepara la predicación y qué recibe de los cofrades
Todos los cultos de la segunda semana de Cuaresma en Córdoba
![Quinario del Cristo de la Buena Muerte](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/03/07/sacerdote-cultos-cofradias-RAH6vUJUz8vIhRZLQ2YI0TO-1200x840@abc.jpg)
Cuando se le habla de la parábola evangélica del sembrador y se le pregunta si lo que se predica en las cofradías cae en tierra buena y da fruto, el sacerdote Juan José Romero Coleto responde: «Yo siempre digo que la única semilla que da fruto es la que no se siembra». Hay que intentarlo siempre. En Cuaresma o en las semanas anteriores, y también durante todo el año, las cofradías celebran cultos en honor de sus imágenes y ABC ha querido verlos desde el punto de vista del sacerdote que los predica.
Juan José Romero Coleto, párroco de Nuestra Señora de Belén, es uno de los más solicitados por las hermandades año tras año. El mensaje, dice, «como la Palabra de Dios viva, debe ser el mismo», pero el auditorio es algo distinto. Si para la misa del domingo el sacerdote sabe que debe hablar ante personas muy distintas, «para que llegue y produzca los mejores frutos», en las hermandades hay que tener en cuenta también las particularidades de los cofrades.
Y él se siente «un privilegiado» por su familiaridad con el mundo de las hermandades: «Lo conozco desde hace mucho tiempo, lo quiero y me identifico con ellos».
Los cultos suelen ser ciclos de tres, cinco o siete días (triduo, quinario y septenario), y el sacerdote cree que lo ideal es que haya una idea común que se vaya desarrollando en cada jornada. Por eso procura «una idea, un hilo conductor, porque eso ayuda y engancha».
«Además es una manera de ponernos un objetivo concreto, porque profundizamos en un determinado tema y aspecto de la vida cristiana que puede hacernos bien», cuenta. Es decir, es también una manera de formar a los asistentes. También trata temas de actualidad en ocasiones y otras veces la misma cofradía es la que pide que se hable de cierto asunto.
![Juan José Romero Coleto, ante Jesús Nazareno](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/03/07/cultos-romero-coleto-U85524551207Afu-624x350@abc.jpg)
Por ejemplo, el sacerdote procura siempre «poner la predicación en relación con algún aspecto concreto de la hermandad y con la imagen o el misterio, en torno al cual se celebran cultos». Ya que las hermandades se basan en la veneración a sus titulares, muchas veces intenta describir algunos aspectos de la imagen. Para eso hay que mirar, buscar y pensar: «A veces las imágenes dicen cosas de las que no siempre somos conscientes, y a mí me gusta mucho detenerme en la imagen y en el misterio».
Es la visión de un sacerdote que entiende a las cofradías, para quien la imagen titular es en sí misma muchas veces «una catequesis preciosa que va mucho más allá de lo estético». El resultado, para los cofrades, es una conexión bastante próxima, porque «les toca el corazón, que se hable de sus imágenes titulares».
Sembrar
La semilla se lanza y tiene que caer, pero, ¿cuál es el fruto? Ahí es donde Juan José Romero Coleto dice que lo importante es sembrar y que la única que no da fruto es la que no se echa. Sí, es cierto que los cultos internos de las hermandades, los que se hacen en la iglesia, no tienen el respaldo y la expectación de las procesiones en las calles, pero el sacerdote se marcha contento: «Tengo que decir que en muchas ocasiones me sorprendo muy gratamente, me llena de esperanza». Se deja la semilla y «dará fruto, no sabemos dónde, cuándo y cómo, porque lo sembrado queda y eso germina».
De esas experiencias con los cofrades, de lo que le han dicho cuando han terminado los días del quinario o el triduo, tiene cosas «muy positivas», y por eso anima a las hermandades a «seguir cuidando sus cultos internos», porque son una inmejorable ocasión para la espiritualidad y la formación. Es más, son «la mejor preparación para los cultos externos».
«Las imágenes son muchas veces una catequesis preciosa que va más allá de lo estético. Que hable de ellas toca el corazón»
La conexión con los cofrades se traduce muchas veces en felicitaciones al término de la celebración, que Juan José Romero Coleto esquiva: «La gloria sólo a Dios y lo importante es que el sacerdote predique». Y no sólo hay que buscar palabras bonitas, sino que calen en el espíritu para llevarlas a la práctica.
El sacerdote insiste en que siempre ha tenido fácil «empatizar» con los cofrades y su presencia en los cultos es prueba: la próxima semana estará en algunos días del septenario de las Angustias y la siguiente en el quinario del Cristo de la Salud.
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