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Patrimonio

El palio de las Virgen de las Lágrimas de Córdoba renace con nuevas medidas y la misma impronta

La Misericordia presenta el renovado trono, ahora más corto y con las bambalinas laterales unidas

Semana Santa de Córdoba 2023: la guía más completa

Vista lateral del paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo áNGEL RODRÍGUEZ
Luis Miranda

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La hermandad de la Misericordia asumió el desafío hace casi dos años y el resultado se puso este viernes de largo en la basílica de San Pedro: el paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo se presentó tras el proceso de remodelación, restauración y reforma que le ha dado nuevas dimensiones sin alterar su impronta ni su personalidad. Ha sido un proceso largo que ha necesitado mucha precisión y que se puede contar conforme a algunas de las cinco W a las que tenía que responder el periodismo clásico.

¿Cómo ha cambiado?

El trono de la Virgen de las Lágrimas en su Desamparo tiene ahora unas medidas distintas. El mayordomo de la cofradía, Luis de Torres, explicó a ABC que la parihuela mide ahora 2,26 metros de ancho, 3,46 de largo y 1,60 de alto. Antes era 2,20, 4 y 1,70. Es decir, el nuevo paso es bastante más corto y un poco más ancho.

La altura total, de 4,63 metros, es exactamente la misma, ya que los 10 centímetros que pierde la parihuela los ganan los varales. La cofradía quería conseguir que la Virgen fuera más visible y se consigue con estas dimensiones y también con una pequeña sobrepeana, de 8,5 centímetros, que permitirá que vaya a una altura mayor.

Los bordados se han pasado a nuevo terciopelo, de forma que el techo, que antes medía 2,40 metros de ancho por 4 de largo ahora tiene 2,60 por 3,20. Es algo más pequeño que el paso, de forma que habrá candelería delante de la primera pareja de varales, precisó Luis de Torres. El respiradero es también más corto, de 50 centímetros, cuando antes eran 60. Tendrá una trabajadera menos, pero ante todo gana en armonía y proporciones.

¿Cómo se ha hecho?

Hay mucho trabajo de medidas. «El respiradero antiguo estaba hecho por un marco exterior y en su interior había vanos rectangulares que quedaban cubiertos por partes talladas. Eran trece rectángulos, tres en el frontal y cinco en cada costero, y se han incorporado a los nuevos respiraderos», detalló el mayordomo.

El proyecto ha quitado las pilastras que antes separaban cada uno de los paños, y que coincidían con la base de los varales. La parte tallada encaja ahora a la perfección en las nuevas medidas, porque cada rectángulo tenía entre 58 y 60 centímetros y el entrevaral mide 63.

El paso conserva esta talla y los medallones con los siete dolores de la Virgen, muy característicos. «La impresión es que antes eran cinco paños distintos y ahora es una sola pieza más larga», comentó Luis de Torres. Todo esto va en nuevos marcos tallados que dan el aspecto de un respiradero a la antigua, más fino. Las guirnaldas o cresterías inferiores son ahora algo más cortas, «más delicadas», de manera que si antes medían 15 y 22 centímetros, ahora son de 11.

Un paso de palio se empieza mirando por arriba, por los bordados, y ahí se encuentran novedades. Para empezar, en las caídas frontal y la trasera se ha ensanchado el paño central y se han puesto algo más altas, unos 6 centímetros.

Techo del paso de palio de la Virgen de las Lágrimas áNGEL RODRÍGUEZ

Y lo más visible es que las bambalinas laterales van unidas, cuando desde 1950 hasta 2022 eran paños independientes. ¿Ha sido necesario alterar el diseño? Luis de Torres aseguró que no, que el ancho encajaba con el entrevaral. «La idea del proyecto siempre fue unirlas, pero dejando abierta la posiblidad de que fuesen sueltas, como hasta ahora. Cuando vimos el proyecto y nos dimos cuenta de que los bordados enlazaban uno con otro, pensábamos que si las hacíamos cortadas iban a estar pegadas una a la otra. Y no queríamos que fueran como las antiguas, pero más pequeñitas», afirmó el mayordomo.

Participantes en el proyecto y hermanos de la cofradía, en la presentación Ángel Rodríguez

De hecho, la zona inferior de cada paño, la que va moviéndose, es más de la mitad de cada pieza, con lo que conservará movimiento, aunque tenga que ser distinto del anterior.

El trabajo se completa con el techo, que al tener nuevas medidas sí ha tenido ciertos reajustes en el diseño, de forma que se han eliminado piezas repetitivas. «Al quitarlas se ve mejor el anagrama de María. También la corona se ha enriquecido y se han puesto piedras de Swaroski malvas en sustitución de las antiguas», remata.

¿Quiénes son los autores?

Son cinco talleres. El de Juan Rosén se ha encargado de pasar a nuevo terciopelo los bordados. Manuel Torres es el autor de la carpintería, la parihuela y los bastidores del respiradero y el palio y el taller de Miguel Ortiz y Manuel Jurado ha diseñado y realizado la moldura de los respiraderos.

Enrique Castellanos los ha dorado y homogeneizado con las partes que se conservan y Juan Carlos Soriano ha cincelado el remate de los varales y reparado las cresterías.

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