Pasión en Córdoba
El Milagroso Niño Jesús de Praga, una devoción carmelita muy viva en Córdoba
La archicofradía del Carmen de San Cayetano lo tiene como titular y promueve una procesión anual con su imagen
La Virgen del Carmen, la flor blanca y bella que adorna Córdoba
![El Milagroso Niño Jesús de Praga, en la puerta del convento de San Cayetano de Córdoba](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/08/15/devocion-nino-praga1-Rgtpb3V0nVulvnsNMqawuuO-1200x840@diario_abc.jpg)
Su gran corona y la bola del mundo en la mano izquierda resultan inconfundibles en su iconografía. El Milagroso Niño Jesús de Praga, una devoción carmelita de gran arraigo, está muy presente en la iglesia conventual de San José de Córdoba (San Cayetano).
La archicofradía de Nuestra Señora del Carmen tiene al Pequeño Rey entre sus titulares y protagoniza una procesión anual, que se desarrolla en el mes de mayo.
La hermandad de Jesús Caído, con sede en este mismo templo, echa la vista atrás en un reciente artículo en el número 11 de su boletín 'Cecidit' a la historia de la veneración de esta imagen de Praga, que se extendió por todo el mundo.
La imagen primitiva del Milagroso Niño Jesús de Praga, de la República Checa, fue realizada en madera recubierta de cera, data de mitad del siglo XVI, según diversas fuentes, y tiene una altura de 45 centímetros.
Hay quien apunta a que pudo pertenecer a Santa Teresa de Jesús, que tenía la costumbre de donar una imagen a cada uno de los conventos que visitaba, debido a su amor por Jesús y la contemplación de su infancia.
Este fervor lo sentían también, como recuerda el citado artículo, San Juan de la Cruz y después Santa Teresa de Lisieux, y otros Carmelitas Descalzos.
Se cuenta que Santa Teresa regaló la imagen a María Manríquez de Lara, una duquesa española que se casó con un extranjero en 1556. Pasado el tiempo, la hija de esta aristócrata, Polyxena de Lobkowicz, entregó la imagen en 1628 al convento carmelita de Praga que se encontraba en extrema pobreza, y comenzó a gozar de prosperidad.
La tradición dice que unos años después el venerable Padre Cirilo de la Madre de Dios encontró la imagen dañada entre los escombros al ser el convento saqueado durante la guerra.
A este religioso se le apareció el Niño Jesús en la iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua de Praga. Y le dijo «Cuanto más me honren más les favoreceré», y esa frase suele acompañar a todas las reproducciones que se hacen de la escultura.
En 1639 se considera que el Niño Jesús de Praga salvó a su ciudad del asedio sueco. En 1641 se trasladó la imagen a una capilla de la iglesia, y una década más tarde, se llevó en procesión por todos los templos de Praga. En 1655 el obispo de Praga coronó la imagen.
Expansión
Entre finales del siglo XIX y XX la veneración al Niño Jesús de Praga se extendió por todo el mundo y llegó a los países de Suramérica con los españoles y portugueses que cruzaban el océano Atlántico. También se le venera en la India, China, Filipinas y Norteamérica, gracias a la labor de los misioneros.
Medio siglo de silencio padeció el fervor a su figura entre los años 1939 y 1989 con los nazis y el comunismo, pero no obstante eran muchos los peregrinos que iban a rezarle.
En 1993 volvieron los carmelitas descalzos a la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y volvió la veneración al Niño Jesús. En 2009 el Papa Benedicto XVI le ofreció una corona al Niño Jesús como regalo y en su homilía dijo que Dios «mostraba su cercanía y amor a través de su ternura infantil».
![Procesión del Niño Jesús de Praga, el 12 de mayo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/08/15/devocion-nino-praga-U40765811570SCT-760x427@diario_abc.jpg)
En Córdoba su procesión congrega en el cortejo a otras hermandades de penitencia y gloria, sus grupos jóvenes, el Carmelo Joven, el Carmelo Seglar, el profesorado y los alumnos del colegio Virgen del Carmen, la comunidad de Carmelitas Descalzos. Cuenta con el acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores de Caído-Fuensanta.
El Milagroso Niño Jesús de Praga estrenó el pasado 12 de mayo en su salida por las calles de Córdoba una nueva capa bordada en oro sobre terciopelo rojo con motivos vegetales y aire conventual. Fue la ofrenda de unos hermanos que la adquirieron en un anticuario.
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