Pasión en Córdoba
Fuensanta 2023: Un caimán y un puñado de leyendas en Córdoba
Una crecida del río Guadalquivir y el regalo de un fiel que viajó a América, entre las explicaciones de cómo llegó el animal al santuario de la Virgen
Fuensanta 2023: Horarios, itinerario y detalles de la procesión y los cultos a la copatrona de Córdoba
![El célebre caimán de la Fuensanta, que encandila a niños y mayores](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/04/leyendas-caiman-fuensanta-R9PsEiqjYl6dAWi8sHJx5QJ-1200x840@abc.jpg)
Religiosidad y leyenda. La Fuensanta une todos los requisitos para atraer la atención década tras década. En torno al 8 de septiembre, cuando se celebra la Natividad de la Virgen, en el santuario vuelve a resonar la historia de su célebre caimán.
Este animal disecado cuelga en una pared del pórtico exterior del templo y cómo y por qué llegó hasta allí sigue siendo una incógnita, en un mar de explicaciones, unas más verosímiles y otras más disparatadas.
La leyenda dice que fue en una crecida del Guadalquivir cuando apareció, como recordaba el historiador Juan José Primo Jurado en un artículo publicado en ABC.
Antaño este lugar se encontraba a las afueras de Córdoba, rodeado de huertas y a merced de las inundaciones que provocaba el río. El caimán sembraba el pánico entre los vecinos por su gran tamaño. Oculto en los cañaverales, los pillaba desprevenidos.
Parece ser que un día un veterano de guerra que estaba cojo y usaba muleta decidió acabar con él. Primero lo observó desde lejos, después se encomendó a la Virgen de la Fuensanta y activó su plan.
Con gran esfuerzo consiguió matarlo y lo disecó. Luego se lo ofreció a la Virgen y fue colocado en los muros del santuario. Es la versión más extendida, que ha pasado oralmente de generación en generación.
Un exvoto
La respuesta real es que fue una ofrenda que un cordobés llevó tras viajar a América como símbolo de que la devoción a la Fuensanta llegó al Nuevo Mundo
Primo Jurado apunta en su libro 'Iglesias de Córdoba' (Almuzara) que la respuesta real es que el caimán es un exvoto, es decir, una ofrenda hecha a la divinidad en cumplimiento de una promesa o en agradecimiento por un favor recibido que se cuelga en la pared o el techo de una iglesia.
Uno más de los centenares que durante siglos han llegado al templo incluso «desde ultramar». Al caimán lo llevó al santuario algún cordobés que viajó a América y fue un símbolo de la llegada de la devoción a la Fuensanta hasta el Nuevo Mundo, al igual que el Cristo de caña hecho en México que existe dentro del templo.
Recuerdo
Es ésa la visión de Teodomiro Ramírez de Arellano, en la obra 'Paseos por Córdoba' publicada en el siglo XIX, que señala que el caimán fue «traído de América» junto a «una costilla de una ballena, la concha o carapacho de una tortuga, una sierra del pez de este nombre y otras cuantas cosas remitidas como recuerdo por viajeros cordobeses».
Pero subraya que «el vulgo ha dado en decir que lo mató en el arroyo cercano un sentenciado a muerte, a quien ofrecieron el indulto si acababa con aquel animal que, corrido del mar, estaba siendo el asombro y terror de los cordobeses».
El cronista oficial de Córdoba, Julián Hurtado de Molina, detalla que «en el siglo XVII un cordobés anónimo trajo de India el cuerpo de un caimán disecado que podría haber cazado o simplemente por algún prodigio que quiso agradecer a la Virgen», según recoge una publicación de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales.
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