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Las Angustias y la Cena ya tienen nuevo hermano mayor

La cofradía de San Agustín elige a Rafael Fernández, mientras que Manuel Ángel Bonilla logra un gran apoyo en Poniente

Las Angustias y la Cena ya tienen nuevo hermano mayor abc

r. c. m.

La jornada del domingo valió para despejar la incógnita alusiva a los nuevos hermanos mayores de las Angustias y la Sagrada Cena . Aunque con un respaldo bastante desigual por parte de sus respectivas cofradías, Rafael Fernández se impuso en los comicios de la corporación radicada en San Agustín, mientras que Manuel Ángel Bonilla hizo lo propio en la de San Álvaro de Córdoba (Poniente). Ambos procesos dependen ahora de la ratificación del Obispado de Córdoba para que tanto Fernández como Bonilla se conviertan en hermanos mayores de sus respectivas cofradías.

Rafael Fernández fue quien obtuvo un apoyo menor en las elecciones. En este proceso participaron 114 hermanos , pero, a pesar de que Fernández optaba al cargo como único candidato, no obtuvo el apoyo de todos. Sólo 63 integrantes de las Angustias dieron su voto a Fernández, mientras que 49 votaron en contra y hubo dos papelillas en blanco. Fernández concurrió a estas elecciones con el deseo de consolidar la hermandad en lo que a valores de fraternidad se refiere como eje de sus propuestas.

En la Cena, 76 votos a favor de 77 posibles

El caso de los comicios en la Sagrada Cena fue radicalmente distinto. Bonilla, que también aspiraba al cargo de hermano mayor como único candidato, se encontró con una asistencia de 88 hermanos, de los cuales 77 tenían derecho a voto . De éstos, 76 lo hicieron en positivo y sólo uno lo hizo en blanco. Como suele decirse, victoria sin paliativos de ningún tipo.

Bonilla, aparte de apostar de reforzar la idea de hermandad y abrirla a todas las familias que la conforman, nutrió su ambicioso programa electoral con una actuación muy concreta: Llegar a la Catedral en la próxima estación de penitencia. De conseguirlo, sería la segunda vez que lo hiciera, ya que la primera vez fue en 2001, cuando su sede canónica aún no se encontraba consagrada.

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