el rocĂo
Los trabajos que giran alrededor del camino
Venta de carriolas, servicio de comidas, limpieza o veterinarios, algunos de ellos

El RocĂo, una de las festividades religiosas más seguidas, logra atraer a miles de personas. Peregrinos, romeros y hermanos de cientos de hermandades que acuden a Almonte a ver de nuevo a la Blanca Paloma. Pero tambiĂ©n los hay que agradecen estos dĂas no por vivir la fiesta si no por poder trabajar. En un evento que moviliza a tantas personas surgen empleos que, si bien no son estables, en muchos casos supone un buen empujĂłn para la economĂa domĂ©stica.
La hermandad del RocĂo de CĂłrdoba es buen ejemplo de ello. En las 14 carriolas que componen su marcha hay otros tantos tractoristas, los encargados de conducir estas grandes casas hacia Almonte, además de guiar al grupo. De hecho, existe la figura del jefe de tractoristas, que conoce el terreno y guĂa a los demás. Suelen percibir, segĂşn las estimaciones de la hermandad, una cifra cercana a los 1.000 euros por todo el camino. Al llegar a Almonte, llevan a las carriolas de regreso a CĂłrdoba.
Éstas son un elemento llamativo. A medida que se acerca el RocĂo, numerosos portales de anuncios en la red recogen reclamos de venta y alquiler de carriolas. Los hay que las venden en precios que van desde los 1.000 a los 7.000 euros, en funciĂłn de su tamaño y funcionalidades. El arrendamiento tambiĂ©n depende, además de esos factores, de las jornadas en las que se vaya a disponer de la carriola. Hay precios que rondan los 800 euros.
Labor indispensable
El cuidado de los animales es algo indispensable para las hermandades que hacen el camino. La hermandad de CĂłrdoba dispone de un veterinario que les acompaña, además de una lista de contactos de urgencia allá por dĂłnde van. Su cuidado, limpieza y alimentaciĂłn tambiĂ©n suponen un coste asumido de buena gana. Como la limpieza del camino y de los festejos en la Aldea del RocĂo, que supone un aumento de los servicios de limpieza. En el caso de la hermandad de CĂłrdoba, han contratado a una persona que se encarga de la recogida de los residuos de la hermandad.
Desde eso hasta una labor de gran estima para los que hacen el camino. Hay quien compra la comida y la cocina por sĂ mismo. Otros, en cambio, contratan un servicio de cocina para que les ayuden en todo lo necesario. Hacen el camino con ellos, del mismo modo que lo hacen los camiones cisterna que proporcionan agua a todo el grupo.
Para hacer el camino es necesario desembolsar una suma importante de dinero que repercute, por unos dĂas, en un elevado nĂşmero de personas. Sin contar con el alquiler de las casas de Almonte o cĂłmo repercute en los negocios cercanos al camino de las hermandades que un grupo tan numeroso pase por allĂ.
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