El diezmo será entre un 2 y un 7% de los ingresos de las cofradías de Córdoba

Los cofrades de a pie ya hacen cuentas de los días que faltan hasta la próxima Semana Santa, pero lo cierto es que los dirigentes de las cofradías piensan en estos días más bien en términos económicos. Según la normativa, las primeras semanas del año son la época para rendir cuentas ante los hermanos en los cabildos generales ordinarios y para mostrar después la economía de las corporaciones ante el Obispado, como es obligatorio.

Es la época también del diezmo, que se puso en marcha en relación al ejercicio de 2012 y que según los cálculos de la diócesis supone entre un 2 y un 7% de los ingresos que las hermandades obtienen cada año. La razón de la diferencia entre el dos y el diez por ciento es clara: el diezmo, el diez por ciento, sólo se aplica sobre los ingresos considerados ordinarios, es decir, sobre las cuotas, y en función siempre de determinados matices. Estas cuotas que aportan los hermanos son, pues, la única partida sobre la que se calcula el porcentaje.

No computan en este sentido, por ejemplo, las papeletas de sitio, ya que el ingreso obtenido por este concepto tiene una finalidad concreta, que es sufragar la estación de penitencia. Tampoco se hace en las actuaciones extraordinarias como cruces y verbenas. Pero tampoco se aportará únicamente un porcentaje a la cantidad de las cuotas. El procedimiento consiste en que las cofradías envíen sus cuentas y que se analicen.

Si la hermandad en cuestión ha dedicado un porcentaje significativo de su dinero a obras de caridad, el importe que habrá que ingresar a la diócesis será menor. Si por el contrario, el patrimonio ocupa una mayor parte de los gastos, la diócesis «recomendará», porque es siempre una sugerencia, una cantidad mayor de los ingresos. Es lo mismo que hacen las parroquias y movimientos de fieles. Eso en las hermandades que envían sus cuentas, que no llegan al centenar y casi todas están en Córdoba ciudad. Menos de un 20% de las que existen en toda la diócesis.