AGRICULTURA
El sector del aceite espera que el precio se estabilice tras los niveles históricos en Córdoba
Las bajas cosechas son la principal causa del alza de las tarifas, y que se incardinan en un descenso de la demanda
Una segunda campaña corta de aceite en Córdoba castigará las cuentas de los negocios y el empleo
![Trabajadores de una finca de olivar de Montilla](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/10/15/olivar-cordoba-montilla-REhhOdVk4SruLqwUHSjHx3O-1200x840@abc.jpg)
La campaña olivarera 2023-2024, que comenzó oficialmente el pasado 1 de octubre y que en esta ocasión abarca una superficie de 372.637 hectáreas, será muy similar a la pasada temporada, que finalizó como una de las peores en términos de producción desde hace casi una década en Córdoba. La anormal baja pluviometría registrada desde algunos años, junto con la acumulación de olas de calor en el pasado periodo estival son los principales motivos del fuerte descenso de la cosecha de aceite de oliva que se espera para el periodo de recolección del cultivo con más peso en Córdoba desde todos los puntos de vista.
Los representantes del sector oleícola consultados por ABC coincidieron en señalar que estas bajas cosechas son el principal motivo del aumento del precio, que en los últimos meses ha alcanzado niveles nunca conocidos en el mercado, y, con ello, una caída de la demanda, sobre todo en el ámbito nacional.
El aforo que ha dado a conocer este mes la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural indica que la previsión de molturación de 'oro líquido' por parte de las más de 180 almazaras ubicadas en Córdobase situaba apenas en las 143.000 toneladas, prácticamente la misma cifra que se registró en la campaña anterior al esperarse un casi inapreciable aumento de la producción de un 0,1 por ciento.
La bajada del aceite generado es más palpable si la comparación con los cinco últimos cinco ejercicios, ya que en ese caso la merma es cercana al 44 por ciento. Pese a ello, Córdoba mantendrá su segundo puesto en el ranking nacional y autonómico, únicamente por detrás de Jaén, que se anotará una cosecha de unas 215.000 toneladas. Eso sí, en su caso esa cifra conllevaría un ascenso interanual de más del 19 por ciento.
Circunstancias repetidas
De este modo, se repetirá la circunstancia que se dio en el periodo pasado al alcanzarse una producción que no era tan escasa desde la campaña 2014-2015, cuando apenas se llegó a las 168.000 toneladas. Todos los portavoces del sector coinciden en estas negras previsiones dadas las condiciones meteorológicas actuales y de los últimos meses, por lo que ya miran a las precipitaciones que puedan producirse en los próximos meses a la hora de mejorar las estimaciones de la próxima temporada.
La Administración autonómica indicó en este informe que «la campaña viene muy marcada por la sequía la falta de dotaciones de riego en la mayor parte de las zonas productoras». Asimismo, el Gobierno andaluz apuntó que «en febrero se registraron algunos días de heladas en muchas explotaciones olivareras, lo que provocó daños en las plantaciones, mientras que la intensa ola de calor sufrida a inicios de primavera afectó directamente a la floración y al cuajado inicial».
En este sentido, los técnicos de la Consejería consideran que las precipitaciones que hubo al final de la primavera y principio del verano mejoraron el tamaño de la aceituna, «aunque sin llegar a compensar las pérdidas del mes de abril».
La secretaria general de la Asociación Cordobesa de Almazaras Industriales (Acora), Macarena Sánchez, coincide con el departamento de Carmen Crespo en términos productivos, pero sí observa una diferencia importante en relación al pasado año en cuanto que «las existencias de enlace, en esta nueva campaña que acabamos de iniciar se sitúan más de un 50 por ciento por debajo de las de la temporada pasada hasta colocarse en unas 200.000 toneladas».
Desde su punto de vista, junto con la escasez pluviométrica, «en Córdoba, la cosecha se ha visto muy afectada tanto por las heladas de finales de invierno, como por las altas temperaturas acontecidas en el mes de mayo, un periodo que coincidió con la floración de la variedad picual, muy extendida en nuestra provincia».
El próximo ciclo
Por su parte, el presidente provincial de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, Rafael Sánchez de Puerta, mostró su esperanza en que puedan aparecer pronto los ansiados chubascos, no ya para la presente campaña, sino principalmente de cara al próximo ciclo temporal de recolección que dará comienzo en octubre de 2024. Según afirmó, las estimaciones que maneja esta organización empresarial son similares a las expuestas por la Junta de Andalucía durante este mes.
![Un operario maneja una máquina cargada de aceitunas](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/10/15/olivar-cordoba-montillauno-U20038878228tDa-624x350@abc.jpg)
El precio del zumo de aceituna no ha dejado de elevarse en los últimos tres años, aunque la subida que se ha registrado en los últimos meses ha sido frenética hasta situar las cotizaciones de este alimento en niveles históricos. El virgen extra se pagaba la semana pasada en Córdoba justo en los ocho euros el kilo, según las estadísticas oficiales de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Estos valores prácticamente duplican los correspondientes al inicio de campaña anterior cuando se llegaba a los 4,12 euros. No obstante, fue a mediados de septiembre cuando se contabilizó el nivel máximo de cotización de esta variedad al rozar los nueve euros, concretamente, los 8,92 euros.
Todas estas circunstancias ya se están observando, por ejemplo, en las cuentas de resultados de Deoleo. El gigante agroalimentario con sede en Alcolea anunció que había finalizado el primer semestre de este año con unas pérdidas de 9,7 millones de euros, unos números que la compañía fabricante de marcas tan reconocidas como Carbonell o Bertolli achacó a «la escalada en los precios de la materia prima, algo que ha afectado al consumo, especialmente en los mercados maduros como España e Italia, con una disminución de las ventas superior a dos dígitos en ambos países, mientras que en Estados Unidos la demanda sigue fuerte».
Una cuestión de oferta y demanda
Respecto a este asunto, Sánchez de Puerta declaró que la carestía del aceite de oliva es una cuestión de oferta y demanda, de modo que es lógico que se produzca por las bajas cosechas de los dos últimos años. También consideró normal que se reduzca la demanda para que el mercado se regule. En relación a las semanas y meses venideros, el también director general de Dcoop prevé una mayor estabilidad en las cotizaciones.
La representante de Acora subrayó que «es importante aclarar que el incremento de precios es una consecuencia de la escasa disponibilidad de aceite de oliva para la campaña 2022-2023 para poder atender todas las necesidades del mercado, por tanto, es obvio que la demanda se ha visto afectada». Sánchez señaló que «es probable que a corto plazo el precio se mantenga y/o disminuya sensiblemente».
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