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Urbanismo

Puerta de Córdoba, un sector arqueológico que tuvo su momento culmen entre los siglos IX y XI

El informe preliminar de los historiadores del proyecto afirma que la almunia de Al Nauda puede ser un foco de gran interés al excavar

La industria del cobre busca un colchón de espacio que lo separe de sus futuros vecinos

Restos de una necrópolis en Poniente Madero Cubero
Rafael Ruiz

Rafael Ruiz

Córdoba

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La decisión de la Consejería de Cultura de que se adopten medidas especiales de contención en el barrio más grande del PGOU en Poniente, Puerta de Córdoba, como que no se lleven a cabo cocheras en subsuelo, está fundamentado en los informes disponibles que advierten desde ya de que los 1,3 millones de metros cuadrados del sector van a dar mucho trabajo a los equipos de arqueología que operan en la ciudad. Básicamente, se esperan restos del momento histórico en el que el sector tuvo más población, entre los siglos IX y XI, coincidiendo con el cénit de la ciudad. Pero no solamente.

Así de primeras, los estudios realizados en la zona esperan depósitos de material asociado al siglo IV antes de Cristo. Es decir, antes de la existencia misma de la ciudad que fue una fundación romana. Se esperan restos funerarios de gran entidad dado el hallazgo en la zona de urnas cinerarias decoradas. De la etapa romana de Córdoba, se alerta de la aparición de numerosos caminos que ya estarían transitables en esa época. Del mismo modo, se cita la presencia de un posible fundus o asentamiento, posiblemente ligado al mundo rural.

De la etapa romana, se conoce la alberca del Cañito de María Ruiz, considerado como BIC, desde los años 20 del siglo pasado. Tiene planta cuadrangular, mide 10 por seis metros (según los datos de la empresa Rusafa, que realizó el estudio) y fue reformada en la etapa islámica.

El material disponible podría ancanzar, primero, a la almunia islámica de Al Naura, a los caminos suburbiales ligados a Medina Azahara y a la tremenda expansión que vivió la ciudad en las épocas del emirato y el califato, con los Alhakén I y II como principio y fin. El arrabal occidental es lo que se espera dado que las anteriores excavaciones han mostrado una enorme densidad de viviendas, una mezquita de barrio, un hamman (o zona de baño cultual) o una necrópolis.

Al Naura sería la guinda del pastel. Se cree que la almunia (una construcción en la periferia de la ciudad ligada al campo) fue levantada por el emir Abd Allah, adquirida por Jalid al-Baytar (o el veterinario) y acabó siendo propiedad del emir Muhammad. El informe realizado sobre el terreno anima a pensar más en un entorno palaciego que en una casa de campo.

Las fuentes indican que era un lugar importante dentro del protocolo de la corte, parada del califa entre la ciudad y Medina Azahara y un entorno con abundante presencia de agua y vegetación, pensado para el disfrute de los sentidos más que para la producción agrícola. El informe oficial habla directamente de la existencia de un alcázar, una construcción principal protegida, en las instalaciones.

A raíz de la 'fitna' o guerra civil, de la quiebra interior de Al Andalus, la zona cayó en desuso y pasó a tener los usos agrarios que aún mantiene. Fue propiedad de la Corona y, desde entonces, pasó de mano en mano vía ventas y herencias.

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