desde este miércoles
Los pasajeros de Aucorsa, ante el fin de la mascarilla: «Era algo necesario» versus «No me fío del Covid. La llevaré»
Los usuarios de los autobuses municipales se dividen entre partidarios y detractores, algo más numerosos, del fin del uso del cubrebocas
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Pasado el mediodía de este martes, en las paradas de Aucorsa de Ronda de los Tejares, se vivía un día de esos que marca un antes y después. Porque era la última jornada en la que la mascarilla era obligatoria en el transporte público, uno de los últimos vestigios que nos queda de aquella encarnizada batalla que tuvimos con el Covid. Desde mayo de 2020, todos los españoles debían llevarla en trenes, autobuses o taxis.
Las opiniones de los cordobeses consultados por este periódico viajaban en direcciones distintas, divididos entre los partidarios de su fin y los defensores de su mantenimiento -estos últimos algo más numerosos entre los ciudadanos sondeados-. Entre los primeros, está Rafael Chicano, un señor mayor que asegura que le parece «estupendo» que el cubrebocas ya no sea obligatorio. «Esta decisión supone que el virus ya no está. Se ha ido», afirma, aunque luego introduce un matiz. «Eso sí, cuando el autobús se llena, es necesario protegerse. Entonces, me la pondré», finaliza.
Otra persona de edad de inmediato pone en marcha la otra visión. «A mí no me parece bien que la quiten. Es que yo veo que el virus aún está en la calle», sentencia. No hay tiempo ni para preguntar su nombre, porque llega el autobús que está esperando. Sí hay más margen para hablar con Eva de Dios, una mujer que monta en la línea 2 (Fátima-Ciudad Sanitaria), como este plumilla.
«Era algo necesario. A partir de la mañana, no me la pongo. Esto no impide que se te pegue cualquier virus. Hay que inmunizar el cuerpo», afirma. Luego, argumenta que «en otros sitios cerrados ya estamos con ellas quitadas, con lo que no tiene sentido llevarla en el transporte». «Esto es una cosa que tiene que ser a elección del ciudadano», asegura.
En el autobús, dirección del Reina Sofía, en el que viaja este periodista, todos los pasajeros (va bastante vacío) llevan la mascarilla perfectamente colocada. Una mujer al subir pregunta al conductor si ya mañana no hay que llevarla y éste se lo confirma.
«Me parece bien que no haya que llevarla en el transporte público. Hace tiempo que deberían haberla quitado»
Alfonso Valenzuela
Pasajero de Aucorsa
La pegatina que luce el autobús, recordando la obligatoriedad de llevar el cubrebocas, va camino de ser el recordatorio de la pesadilla llamada coronavirus, que hay ciudadanos que siguen teniendo muy presente. Sólo hay que escuchar a una de las viajeras de este número. Es Flora Valenzuela, una señora mayor que advierte de que «yo la seguiré llevando». «No me fío del Covid. Lo he cogido dos veces», confiesa al periodista. Y añade:«Yo no me atrevo. Veo este elemento como una seguridad, para prevenir un resfriado u otra cosa».
El autobús llega al complejo sanitario. Flora desciende y en la cola para subirse a él cuando vuelva a salir está Marina Castillo, una joven sanitaria que coge esta línea de Aucorsa «todos los días». «Yo la seguiría dejando en el transporte público. Lo veo pronto para retirarla. Yo la continuaré llevando de momento», asegura.
«Yo la seguiré llevando en el autobús. No me fío del Covid. Lo he cogido dos veces. Yo no me atrevo a quitármela»
Flora Valenzuela
Pasajera de Aucorsa
Rafael Rojas es otro cordobés que se encuentra en esa misma parada. Arranca matizando que él coge «poco el autobús; cuando tengo que venir al Reina Sofía, a los médicos». «Mi opinión sobre esto es que, si va poca gente, ocho o diez personas, no me la pondré. Cuando la cosa esté... Por ejemplo, esta mañana me la hubiera colocado, aunque no fuera obligatorio, porque venía casi lleno», ahonda. «Que yo he tenido la suerte de que aún no he cogido el Covid —apunta finalmente—, Ni mujer ni yo. Que en mi familia lo han pillado casi todos. Una nieta, con cinco meses, lo tuvo».
«Ha habido pasajeros que creían que hoy no era obligatoria y entraban como si no hubiera que llevarla. La gente está loquita por no ponerse la mascarilla»
Luis Calero
Conductor de Aucorsa
El dos se va. El periodista sigue recabando opiniones. En otra de las paradas en el Reina Sofía, Luis Calero, conductor de Aucorsa, ha terminado su turno al frente de una de las unidades de la línea 5 (Ciudad Sanitaria-Valdeolleros). «Yo me la seguiré poniendo. Me la quitaré lo mínimo posible. Es que el vehículo es un tubo y yo tengo que estar ahí ocho o nueve horas». Asegura que a lo largo de este martes, los pasajeros le han preguntado por el fin del uso de los cubrebocas. «Y los ha habido que creían que hoy no era obligatoria y entraban como si no hubiera que llevarla. La gente está loquita por no ponérsela, pero yo seguiré utilizándola», recalca.
![Pegatina en uno de los autobuses de Aucorsa recordando la obligatoriedad de llevar mascarilla](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/02/07/cartel-detalle-cordoba-U62830067105dzi-624x350@abc.jpg)
Es momento de coger el dos de vuelta. Al bajarse de nuevo en Ronda de los Tejares, uno se topa a Alfonso Valenzuela, un joven que asegura que «me parece bien que no haya que llevarla en el transporte público». «Hace tiempo que deberían haberla quitado. Así, estaremos como en Europa», afirma. Acaba introduciendo un matiz. Sí ve oportuno que se mantenga su uso en farmacia o centros sanitarios, porque son frecuentada por «personas con más riesgo» si contraen el virus.
A unos metros, Juana (prefiere no dar su apellido) discrepa de Alfonso. «A mí, para el autobús, lo de quitarlas me parece muy pronto, con todo el jaleo que se forma en ellos. Cuando lo coja, que me monto poco en ellos, me la seguiré poniendo», asegura.
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