ASÍ FUE CÓRDOBA 2024
El mosquito que hizo su agosto en septiembre
El virus del Nilo Occidental infectó el verano de desasosiego: golpeó a Córdoba con menos dureza que a Sevilla pero sí enfermó a dos personas y obligó a elaborar protolocos
Córdoba estrenará en febrero el centro de referencia andaluz de zoonosis y enfermedades emergentes

El virus del Nilo Occidental (VNO) dejó este pasado verano en Andalucía una decena de muertes y causó una sensación angustiosa en las poblaciones con ecosistemas de marisma o que se encontraban cerca de los cauces de los ríos. Córdoba escapó mucho mejor que ... otras provincias de la región del azote del mosquito tigre, que se cebó en Sevilla, y la primera persona afectada por el mal fue una vecina de La Rambla que tuvo que ser hospitalizada en el Hospital Reina Sofía durante la segunda semana de septiembre, a la que se sumó al poco un hombre de edad avanzada en Fernán Núñez.
La Diputación activó medidas de prevención y la Junta anunció un Centro Andaluz de Zoonosis
Todavía era verano: reciente estaban los meses de julio, y sobre todo de agosto, cuando los cultivos realizados por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía habían dado resultados positivos de Virus del Nilo en las localidades de Montalbán y Puente Genil —con las semanas la situación acabó extendiéndose a otros municipios, como a La Rambla y Fernán Núñez—. Pero hasta entonces había cierta tranquilidad porque la situación, el mal, no afectaba a personas, sino a cultivos y a insectos que tenían como hogar zonas ribereñas.
Con todo, las alarmas sonaron. Los dos municipios en cuestión no tardaron en emitir bandos de alerta a la población para extremar las medidas de seguridad y evitar conductas de riesgo, al tiempo que demandaban a la Administración autonómica ayudas en la realización de protocolos contra la enfermedad y medios materiales para combatirla. Las precauciones pasaban por lo más básico como los repelentes y las mosquiteras: el resto de la vida en las poblaciones que aparecían en el parte periódico emitido por la Junta era prácticamente normal, porque los ayuntamientos respectivos se habían encargado de fumigar los parques y de vaciar los sitios de agua estancada, que es donde el mosquito puede vivir y procrear.
A comienzos de septiembre, el alcalde de La Rambla, Jorge Jiménez, detallaba a este periódico cómo se habían tomado medidas desde el primer momento y se habían publicado a través de un bando, todo ello siguiendo las recomendaciones que había difundido la Consejería de Salud, y que se resumían en cortar el agua de las fuentes y fumigar.
Montalbán y Puente Genil concentraron los primeros focos de insectos contaminados y hubo dos víctimas: una en Fernán Núñez y otra en La Rambla
La preocupación era mucho menor en Montalbán, donde la sensación generalizada a finales del estío era que el virus del Nilo sucedía en otra parte, cuando en realidad sí que existían motivos para preocuparse: lo cierto es que el nombre del pueblo había sonado en todos los informes de la Consejería de Salud que habían detectado no ya la presencia de las personas que han contraído la enfermedad por la picadura, sino por la presencia del mosquito en los análisis que se hacían del agua.
La inquietud fue a más. A mediados de septiembre, el Centro de Sanidad y Bienestar Animal (SBA) de la empresa de Saneamientos de Córdoba (Sadeco), dependiente del Ayuntamiento de la capital, salió al paso de la preocupación ciudadana con la emisión de una nota de prensa en la que señalaba que «trabajaba durante todo el año en amplias acciones preventivas para evitar los focos de mosquito del género Culex, posible transmisor de virus, entre ellos el virus del Nilo Occidental (VNO)». «Con el principal objetivo de prevenir la proliferación del virus del Nilo, desde 2022 Sadeco viene realizando actuaciones de seguimiento y control en el río entre abril y noviembre: el SBA hace un seguimiento periódico de las poblaciones de mosquitos mediante la colocación de 19 trampas de muestreo situadas en varios puntos estratégicos», según detalló el Consistorio.
Protocolos
La Diputación no tardó en anunciar la puesta en marcha de protocolos: lo hizo el 17 de septiembre, la misma semana en la que había trascendido el primer caso de VNO en humanos: el de la citada vecina de La Rambla. Las medidas que anunció la Institución provincial fue la activación del control de plagas de mosquitos en los pueblos de Córdoba, la contratación de una empresa especializada para ello, el incremento de la vigilancia, una reunión específica con cada alcalde de los municipios cordobeses, medidas de concienciación y un convenio con la Facultad de Veterinaria. «El mosquito se sitúa en zonas verdes, en sumideros de imbornales, en fuentes, jardines o en aguas estancadas, por lo que debemos estudiar y saber dónde están esos focos potenciales donde se refugia el mosquito y se cría la larva», reflexionó en ese momento el presidente de la Institución provincial, Salvador Fuentes. Junto a ello, inició los pliegos de contratación para que una empresa de control de plagas «competitiva y eficaz» pueda actuar de manera urgente en zonas que requieran de fumigación o desinfección.
Con todo, la decisión política estrella fue la de crear el nuevo Centro Andaluz de Zoonosis y Enfermedades Emergentes, complejo impulsado por la Junta de Andalucía y la Universidad que pretende convertirse en un referente a nivel nacional en investigación de afecciones zoonóticas, así como contribuir mediante el asesoramiento científico-técnico para el desarrollo de programas de vigilancia epidemiológica. El centro, que funcionará a partir de febrero de 2025, no contará con un edificio nuevo y todo apunta a que estará centralizado en la facultad de Veterinaria, si bien la idea es que se abra a otras disciplinas relacionadas con la materia, y a los grupos que ya están trabajando en enfermedades emergentes y zoonosis.
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