arquitectura
Modernismo en Córdoba: las huellas hoy visibles de una liberación
La ciudad tuvo un papel notable en el movimiento gracias al empeño del arquitecto Adolfo Castiñeyra y Boloix
Adolfo Castiñeyra, un arquitecto modernista en la Córdoba de entresiglos
![Sede del Colegio de Arquitectos, obra de Adolfo Castiñeyra y Boloix](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/10/colegio-arquitectos-cordoba-kTUF-U603467976171EW-1200x840@diario_abc.jpg)
Aquí y allá, por diversos puntos de la provincia, vistosos a la mirada y diferentes a lo más habitual. La arquitectura modernista, fruto de esa fiebre por el arte nuevo y libre que se expandió por Europa en el tránsito del siglo ... XIX al XX, también dejó su huella en Córdoba a través de una nómina de edificios y construcciones variadas y cuando menos singulares.
Aunque muchos edificios modernistas fueron derruidos con el pasar de las décadas, aún quedan numerosos en pie, la mayoría de ellos ya protegidos por las instituciones con el fin de que queden como testimonio de aquella tendencia arquitectónica que tanto gustaba de la curva y de la fantasía decorativa.
Rastrear ese sugerente legado es ahora más sencillo gracias a la completa web www.arquitecturamodernista.cat, nacida en Cataluña, comunidad en la que el modernismo tuvo un impacto enorme, pero que también analiza el legado que ha permanecido disperso no ya en España sino en todo el mundo, pues han quedado numerosos testimonios tanto en Estados Unidos (especialmente en Nueva York y California) como en otros países como México, Cuba o Argentina.
El estudio que realiza este portal señala a Córdoba como una de las provincias andaluzas en las que este estilo dejó un mayor influjo. En la capital se catalogan por ejemplo 24 obras modernistas, por lo que en este contexto sólo la superan Sevilla y Cádiz. A ello se añade que los vestigios de esta corriente se han extendido en la provincia, en municipios de diversas comarcas como Cabra, Pozoblanco, Montilla, Puente Genil, Peñarroya-Pueblonuevo, Montoro, Aguilar de la Frontera o Espiel.
Córdoba se coloca así como una provincia idónea para entender cómo el modernismo logró seducir a arquitectos de aquella época y también a inversores y promotores que se decantaron por este estilo tan creativo y libre a la hora de construir sus viviendas. De hecho, el legado que ha quedado está mucho más vinculado con la arquitectura privada que con la pública.
Si hay una figura destacada de este movimiento en Córdoba es sin duda el arquitecto Adolfo Castiñeyra y Boloix. Suya es la que se puede considerar como la mejor obra del modernismo en la ciudad, que no es otra que el magnífico chalet que construyó en la avenida Gran Capitán para el magistrado Teófilo Álvarez Cid a inicios del siglo XX y que hoy es la sede del Colegio de Arquitectos y de la Cafetería Atrio.
La huella modernista también ha calado en Cabra, Montilla, Puente Genil. Fuente Obejuna o Pozoblanco
La libertad decorativa, el uso de materiales como el hierro, el cuidado diseño del mobiliario o del patio son algunos de los elementos que hacen de este edificio uno de los favoritos de miles de cordobeses y lo que ha permitido que se mantenga, no sin peligro de caer demolido en algunos momentos, como el gran testimonio de una época en la que esta zona era un barrio residencial y no la gran avenida con altos edificios y locales comerciales en la que se convirtió luego.
Legado
El legado de Castiñeyra no se queda ahí. Como arquitecto provincial que fue, combinó su obra institucional más sobria con la privada modernista, aunque en todo lo que hacía quedaba algo de su tendencia natural a la creatividad y la libertad de formas. Edificios modernistas que salieron de su estudio son por ejemplo el edificio del actual instituto Maimónides en Alfonso XIII (en origen, Gobierno civil), la Casa de Juan Díaz Torrico (edificio conocido como el Café Gaudí en Gran Capitán), la Casa de Nicolás Guirao (edificio del café Caroche en la esquina de la calle Claudio Marcelo y García Lovera), la antigua Taberna El Gallo de María Cristina o la conocida como 'Casa Roja' de la calle Eduardo Dato.
En la provincia, sus formas tan singulares se extendieron. Obras destacadas y que se atribuyen a Castiñeyra son la Casa Cardona de Fuente Obejuna, otra de las obras maestras del modernismo cordobés, o la magnífica Casa de Pedro García Caballero de Pozoblanco, en la calle Real del municipio de Los Pedroches y hoy actual sede del Banco de Santander.
La capital es la tercera de Andalucía con más obras de esta tendencia y se extiende por gran parte de la provincia
Más allá del estudio de Castiñeyra, otros arquitectos, artistas y decoradores sintieron la sugestión por la libertad de formas y el gusto por la belleza que este movimiento proponía. De ahí salieron proyectos como el de la Farmacia de Enrique Villegas de la plaza de la Almagra, que todavía hoy conserva su gran sabor modernista con sus azulejos y sus pinturas murales, y otros hoy desaparecidos como el local de la Pastelería La Perla, diseñada por otro personaje fundamental del modernismo cordobés, el escultor Alfonso del Real, cuyo legado ha quedado en relieves, fuentes y figuras de gran creatividad.
![Casa de Nicolás Guirao (edificio del café Caroche) en la calle Nueva](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/10/caroche-callenueva-cordoba-kTUF--760x427@diario_abc.jpg)
Más allá de Córdoba capital, ciudades con gran dinamismo económico a principios del siglo XX como Puente Genil, Priego de Córdoba o Cabra cuentan con diversas obras vinculadas con esta tendencia. En la primera de ellas destaca la 'Casa Verde' de la calle Contraalmirante Delgado Parejo y en la segunda tanto varias casas como el panteón Luque en el Cementerio Municipal. En Cabra se encuentra, por último, otra de las grandes obras maestras del modernismo cordobés como es panteón funerario de la Vizcondesa de Termens, obra en este caso de Mariano Benlliure, pero también otros testimonios de esta tendencia como la reja de la Fundación Termens o la nave industrial de las antiguas Bodegas Cordobesas Pallarés, hoy sede de la empresa Hecoliva.
El rastreo por estas obras modernistas demuestra que este estilo arquitectónico, aunque tuviese un carácter efímero, se extendió por toda la provincia y por edificios de usos muy diversos, aunque primasen los residenciales. Arquitectos y artistas autóctonos y otros llegados desde Cataluña o Valencia fueron los animadores de un movimiento artístico que todavía hoy sorprende.
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