mirar y ver
Respirar
A veces necesitamos volver la mirada a lo esencial, por evidente, casi siempre descuidado. Respirar, nada más obvio para nuestra existencia.
Córdoba contará con un Plan de mejora de la calidad del aire
![Panel informativo sobre la calidad del aire en Córdoba](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/08/16/panel-aire-cordoba-Rbk7QTpUsQTGCYs0rcgRBsJ-1200x840@diario_abc.jpg)
La primera tarea del columnista es encontrar y elegir un tema. Es agosto, acalorado y remolón, en el que las noticias se agazapan a la sombra, como casi la vida toda, ahora a la espera de que llegue septiembre. Con respecto al hallar el contenido, ... las ideas tienen más de dejarse encontrar que de ser encontradas, aunque a menudo se piense que es destreza u ocurrente ingenio de quien escribe. A ellas no les importa y nos dejan que así lo creamos.
Sucede que un articulista lee, es necesario mucho leer para mejor escribir, y lee cuanto ocurre, se afirma, se rumorea, se celebra o se lamenta, a la espera de obtener, una materia de escritura que lo salve de la página en blanco tenaz y amenazadora o bien que le proporcione el disfrute de narrar, profundizar o bailar con palabras que comprenden y enamoran. Cualquier cosa hace surgir la idea, que, de pronto, se impone para ser escrita.
En eso estaba esta semana cuando leí que la zona urbana de Córdoba tendrá un plan de mejora de la calidad del aire, con la finalidad de disminuir los peligros de la contaminación y alcanzar los niveles indicados por la Organización Mundial de la Salud, un plan municipal al amparo de la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire de la Junta de Andalucía. Esta iniciativa es de aplaudir, porque reducir los índices de contaminación atmosférica es el gran desafío mundial por sus efectos para la salud de las personas y el medio ambiente.
A veces necesitamos volver la mirada a lo esencial, por evidente, casi siempre descuidado. Respirar, nada más obvio para nuestra existencia. Así nacemos al mundo, inspirando el exterior tras un breve llanto. Luego lo olvidamos y automatizamos esta función primordial, hasta que la cercanía de la muerte nos hace recuperar su importancia, porque dejar de respirar ya es inevitable. Respirar es vivir y no solo en lo biológico. Si la alegría te llena, respira; si atraviesas el fracaso, respira; si amas, respira al compás; si te pierdes, el aire te indicará el camino; si los días te agitan, respira; si la fatiga te vence, respira; si la felicidad te envuelve, respírala. Vivimos del aire.
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