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Religión

Las Madres Mónica de Córdoba, en pie de oración por los hijos

La proliferación de grupos de mujeres rezando por sus descendientes ante el Santísimo sigue el ejemplo de Santa Mónica, que nunca dejó de pedir por San Agustín

Madres que oran por sus hijos

Oración del grupo de Madres Mónica de la parroquia de Santa Teresa, el jueves pasado Valerio Merino
Julia García Higueras

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En la iglesia y ante el Santísimo, pronuncian con determinación y voz clara y firme una larga lista de nombres. Uno a uno y en orden alfabético. Nombran a personas reales con edades y circunstancias diversas en la vida cuyo común denominador son que sus madres rezan por ellos y por su salvación.

Son los grupos de oración de Madres Mónica, inspiradas en la constancia de Santa Mónica, la madre de San Agustín, que rogó a Dios por la conversión de su hijo durante 18 años y lo logró.

Su propagación en Córdoba no conoce barreras hasta el momento, «corre como la pólvora», dicen quienes lo conocen bien y comprueban cuánto bien espiritual genera en quien reza y en sus seres queridos.

El poder de la oración y la unión que se forja entre estas mujeres que presentan sus problemas e inquietudes como madres es lo que las mueve. La perseverancia, la tenacidad y la esperanza son los rasgos que las definen. Es un rezo colectivo, pues cada madre reza por la fe de sus hijos y también por los de las demás.

En la actualidad son 691 madres las que piden a Dios a diario por sus descendientes y por los de sus compañeras (por lo que es una oración simultánea por miles de hijos a la vez) en una veintena de parroquias.

En la capital hay presencia de Madres Mónica en once templos, y en la provincia, en otros once, según datos ofrecidos a ABC por fuentes de Madres Mónica.

El total de Madres Mónica en Córdoba asciende a 368 mujeres, repartidas en San Miguel Arcángel (donde comenzaron en septiembre de 2020), Nuestra Señora de la Consolación, Santa Rafaela María, Nuestra Señora de Belén, Nuestra Señora del Carmen de Puerta Nueva, la Trinidad, Nuestra Señora de la Esperanza, Cristo Rey, San Pelagio, Santa Teresa y Santa Luisa de Marillac.

Valores

«Perseverancia y esperanza, claves en los rezos de estas mujeres, en un movimiento que crece en Córdoba a mucha velocidad»

Y en la provincia suman 323 madres que están presentes en Encinas Reales, Lucena, Nueva Carteya, Priego de Córdoba, Bembézar, Guadalcázar, Posadas, Villa del Río, Hinojosa del Duque, Pozoblanco y Santa Eufemia.

En la parroquia de Santa Teresa del barrio de Ciudad Jardín, de Córdoba, el pasado jueves, como todas las semanas, las 70 integrantes del grupo Madres Mónica en este templo ocuparon los bancos centrales y ante el Santísimo rezaron primero el rosario y comenzaron a continuación con la oración de Santa Mónica. Este grupo en concreto inició su andadura hace justo ahora un año, pues se formó a finales de febrero de 2023, alentado por su párroco, Luis Recio.

En otras iglesias, como en San Miguel, que cuenta con cien integrantes, el orden es el contrario: primero la oración y después el rosario. El origen de este movimiento en Córdoba se encuentra en esa céntrica parroquia.

Allí Pilar Fernández-Martos (que conoció Madres Mónica en Cádiz) habló con el párroco, Pedro Cabello, que tuvo el acierto de exponer al Santísimo, y al mes ya tenían un grupo muy numeroso.

La oración de las Madres Mónica se realiza con el Santísimo expuesto, como en la parroquia de Santa Teresa, en Córdoba Valerio Merino

En épocas de dificultades, miedos o alegrías propias en toda familia (unas tienen más problemas que otras), se pide por los hijos y también por los esposos, e incluso por los sobrinos y los nietos.

Cada día en privado las madres se comprometen a rezar también la oración de Santa Mónica, y los días 27 de cada mes (dado que el 27 de agosto es el día de Santa Mónica) celebran una misa por sus intenciones.

«Que nuestros hijos vayan al cielo», es uno de los deseos. En algunos casos quienes recurren a esta forma de rezar de manera común atraviesan problemas muy graves dentro del matrimonio, o con los hijos: violencia, drogas, alcoholismo, adolescencias rebeldes, enfermedades. Y ha habido casos de conversión, curación y resolución de problemas familiares graves. Y, si no han sido posibles, al menos se han sentido acompañadas en la adversidad y han encontrado la paz.

Orden de San Agustín

Normalmente las Madres Mónica están vinculadas con la Orden de San Agustín, como en Cádiz, donde los grupos, llamados coros, son de menor número, de entre siete y diez integrantes, hay más reuniones y cada madre hace una guardia ante el sagrario.

En Córdoba, al no haber agustinos, está incardinado dentro de la Diócesis en las parroquias y está dentro del Consejo Pastoral. No obstante, mantienen un contacto permanente con los Agustinos.

Se hizo una adaptación de ese formato, y Córdoba es uno de los lugares de España donde más se ha extendido y a más velocidad. ¿Por qué? La respuesta puede residir en que se realiza ante el Santísimo expuesto, y a que ninguna madre creyente dice que no a rezar por sus hijos para rogar por su salud espiritual y corporal en todas las pruebas que se encuentren en la vida.

Imagen - «Cuando se reza en comunidad es muchísimo mejor»

«Cuando se reza en comunidad es muchísimo mejor»

Sión Delgado

Integrante de Madres Mónica en la parroquia de Santa Teresa, en Córdoba

Es, por lo tanto, oración y adoración, donde se transforma la preocupación de las madres en oración. Y también se prima la oración sobre la reunión porque el tiempo del que disponen es limitado. Además, se fomenta la formación.

De vez en cuando hay alguna reunión para hablar y ayudar a la que lo necesita, y se crea una verdadera comunidad. En junio pasado no pasó desapercibida la participación de las Madres Mónica en la procesión del Corpus de Córdoba, donde lucieron un estandarte propio.

La flexibilidad y el espíritu libre es un rasgo principal de las Madres Mónica: no se pasa lista cada semana y pueden pertenecer personas enfermas que no puedan acudir a la iglesia o mujeres que ya perdieron a sus hijos. En el caso de las que no los tienen pueden orar por sus sobrinos. Son las llamadas 'madres espirituales'.

Los párrocos son también incluidos en la lista, que no redunda en nombres: al decir Manuel una sola vez lleva aparejados a todos los Manueles en los que se piensa. De otro modo no sería operativo.

Rafaela Morales, coordinadora del grupo de la iglesia de Santa Teresa y madre de dos hijos, recuerda que la aceptación fue inmediata y se adhirieron muchas mujeres.

Imagen - «Nos mueven nuestros hijos y la fe y la confianza de ponerlos ante el Señor»

«Nos mueven nuestros hijos y la fe y la confianza de ponerlos ante el Señor»

Rafaela Morales

Coordinadora de Madre Mónica en la parroquia de Santa Teresa

En su caso no se dan problemas graves, sólo los «comunes de la vida diaria, pero me da mucho consuelo y mucha paz presentárselos al Señor y, como Santa Mónica, que es nuestro ejemplo, lo mejor que le podemos dejar a los hijos es la fe y el camino hacia el cielo. Es la mejor herencia que les puedo dejar». Subraya la unión espiritual que se logra dentro del grupo.

Carmen Duval, que tiene dos hijos y tres nietas, y es una de las componentes de Madres Mónica en esa parroquia, recuerda que a las madres siempre las escucha el Señor. El hecho de que «70 madres estén pidiendo por mis hijos y yo por los suyos es un chollo, es lo mejor que han podido inventar»», expresa gráficamente. Y da en la clave de la continuidad y el crecimiento: «Si ya te ha demostrado el Señor que te está escuchando, ¿no vas a seguir?».

Añade Duval que es mucha «la sensación de tranquilidad y de reposo. Sigo teniendo miedos, pero me da la seguridad de que están en manos de Dios». A tres familiares suyas que murieron prematuramente las tiene siempre presentes en esta oración, y en general tiene comprobado que ayuda a salir de los trances malos.

Imagen - «Tengo la seguridad de que el Señor nos oye porque a las madres nos mira de manera especial»

«Tengo la seguridad de que el Señor nos oye porque a las madres nos mira de manera especial»

Carmen Duval

Componente de Madres Mónica en la parroquia de Santa Teresa

Sión Delgado de Medina tiene cuatro hijos y siete nietos, y en estos momentos de recogimiento encuentra «ayuda de Dios y fuerza para seguir adelante». Subraya que en la mayoría de las casos ellas proceden de familias en las que han visto rezar.

Y ¿qué piensan los hijos de Madres Mónica? Responden las tres sin dudarlo que a ellos les inspira seguridad y, sean más practicantes o menos, agradecen este gesto.

Las interesadas en ser Madres Mónica deben dejar su nombre y teléfono en las sacristías de los templos para que las coordinadores se pongan en contacto con ellas, y no tiene ningún coste ni cuota.

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