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El Premio Unamuno y sus valores
Los totalitarismos nacidos en el siglo XX siempre buscan destruir a Dios en la sociedad
El pasado viernes tuve el inmerecido honor de recibir el premio 'Unamuno, amigo de los protestantes', creado en 2006 para distinguir anualmente a una institución o persona de la vida social o política española que, sin ser de confesión protestante, haya tenido algún ... aspecto destacado en favor de la pluralidad religiosa y, por ello, de la convivencia en normalidad de los españoles. Han sido muchas las figuras, más destacadas que un servidor de ustedes, en recibir este premio antes, como Alberto Ruiz Gallardón, Antonio Muñoz Molina, Jose María Calviño, la Universidad de las Palmas o José Luis Villacañas. El nombre del premio hace referencia a Miguel de Unamuno, intelectual católico, que en sus años en Salamanca, como rector de la Universidad, trabó gran amistad con el pastor protestante español Atilano Coco. El premio lo concede Protestante Digital, principal y más antiguo diario español vinculado al protestantismo, con cerca de un millón de páginas vistas mensuales. Depende de la Alianza Evangélica Española, la entidad que representa a los evangélicos españoles ante las Alianzas Europea y Mundial.
Se entrega esta edición del premio en Córdoba, que tanto protagonismo tuvo en los primeros siglos del cristianismo. La ciudad con más mártires, después de Roma, en las persecuciones; de aquí fue obispo Osio, consejero del emperador Constantino, clave para el Edicto de Milán y para presidir el primer Concilio Ecuménico en Nicea; y de Córdoba era el procónsul Junio Galión, el único cordobés que aparece en la Biblia, que liberó a san Pablo en Corinto y le permitió seguir con su predicación, decisiva para la difusión del cristianismo.
Conozco del protestantismo sus obras en Córdoba: Aperfosa y su lucha contra la esclavitud sexual; Peniel y su labor de rehabilitación social; las clases de Historia en la Facultad de Teología de La Carlota; o las celebraciones en la Comunidad del Amor Cristiano. Y en esas obras hay excelentes personas con las que he trabado una honda amistad desde mi admiración por su autenticidad. Para mí, católico que cree en el valor de la oración, rápidamente sintonicé con ellos.
Hace unos 500 años, en España y otros países católicos se perseguía a los protestantes, de la misma forma que en países protestantes se perseguía a los católicos. Luchas religiosas que camuflaban luchas políticas. Luego, afortunadamente, fue llegando la libertad religiosa y el respeto a la pluralidad. Decía san Agustín que «en lo esencial unidad, en lo discutible libertad y en todo caridad». Hoy más que nunca quienes compartimos los valores del humanismo cristiano, como pilar de la sociedad junto a la herencia grecolatina y de la Ilustración, debemos estar unidos en lo esencial, porque los totalitarismos nacidos en el siglo XX siempre buscan destruir a Dios en la sociedad, antes de su asalto al poder.
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