Libre Directo
El pendón de Zamorano
El riquísimo y amplio patrimonio cultural cordobés se engrandece con esta pieza de primera magnitud
Esta historia comienza el 16 de marzo de 1501, cuando tropas castellanas mandadas por Alonso Fernández de Córdoba, señor de Aguilar y Priego, hermano mayor del Gran Capitán, atacaron posiciones enemigas en Sierra Bermeja (Málaga), en tiempos de la rebelión morisca del ... antiguo reino musulmán de Granada, entre 1499 y 1501. La rebelión terminaría siendo sofocada a finales de este último año, pero en la batalla de Sierra Bermeja las cosas salieron mal para los cristianos: murieron Alonso Fernández de Córdoba y el famoso artillero Francisco Ramírez Madrid; y el primogénito de don Alonso, Pedro Fernández de Córdoba, un joven de 30 años, estuvo a punto de perder la vida también sino hubiera sido por la intervención de un prieguense, Juan Martín de Zamorano. Don Pedro no sólo heredó los señoríos de su padre, sino que, además, los Reyes Católicos lo hicieron I marqués de Priego. Y recompensó a Juan Martín de Zamorano con una bandera, el pendón de los Zamorano, la misma que ha llegado a nuestros días y que, restaurada e investigada durante dos años por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ha sido presentada esta semana, musealizada ya, en el Ayuntamiento de Priego por su alcalde Juan Ramón Valdivia.
Se trata de una pieza excepcional en el campo de la vexilología española, por su historia, su antigüedad, por conservarse íntegra, por sus materiales de lino y pintura al temple por las dos caras y por el asta original de madera de pino que aún conserva. Sometida a la prueba del Carbono 14 dio cierta la fecha de 1501, con apenas unos años de oscilación, igual que la tela. Representa al apóstol Santiago a caballo dirigiéndose a salvar -espada en mano y tras cercenar la cabeza de un enemigo- a un joven Pedro Fernández de Córdoba, abatido en el suelo. En un extremo del pendón, campea el escudo nobiliario de su padre, agarrado por el águila negra de la Casa de Aguilar. Esta insignia militar se usó durante de los siglos XVI a XIX para abanderar a las tropas prieguenses que participaban en acciones como integrantes del Marquesado de Priego, pero también forma parte de la memoria colectiva al tremolar durante diversas celebraciones o festividades, como la del apóstol Santiago cada 25 de julio o San Nicasio, patrón de Priego, cada 14 de diciembre, siendo objeto de prestigio social para las sucesivas familias que lo custodiaban. En 2021 fue donada al Ayuntamiento de Priego, siendo alcaldesa María Luisa Ceballos.
El riquísimo y amplio patrimonio cultural cordobés se engrandece con esta pieza de primera magnitud que desde esta semana puede contemplarse en las Casas Consistoriales de Priego, en espera de la pronta apertura del Museo Arqueológico Municipal. Enhorabuena Priego de Córdoba, una vez más protagonista de nuestra historia.
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